O, “ignoramos el mal que hayamos hecho; enséñanos cuál es, y lo abandonaremos de inmediato”?
Jueces 13:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Entonces Manoa oró: ―Oh Señor, que venga nuevamente para que nos instruya mejor acerca del hijo que nos vas a dar. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces oró Manoa a Jehová, y dijo: Ah, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios que enviaste, vuelva ahora a venir a nosotros, y nos enseñe lo que hayamos de hacer con el niño que ha de nacer. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Manoa oró al Señor diciendo: «Señor, te pido que el hombre de Dios vuelva a nosotros y nos dé más instrucciones acerca del hijo que nacerá». Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Manoa le suplicó a Yavé: '¡Por favor, Señor! Que el hombre de Dios que enviaste venga de nuevo a vernos para decirnos cómo hay que actuar con el niño que va a nacer'. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Manoa imploró a YHVH, y dijo: Ah, Señor mío, te ruego que venga de nuevo a nosotros aquel varón de Dios que enviaste, y nos instruya qué haremos con el niño que ha de nacer. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Manóaj invocó a Yahveh, diciendo: 'Por favor, Señor mío: que el hombre de Dios que enviaste venga de nuevo a nosotros, para que nos indique lo que debemos hacer con el niño que nazca'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Manoa oró a Jehová, y dijo: Oh, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios que tú enviaste venga otra vez a nosotros y nos enseñe lo que debemos hacer con el niño que ha de nacer. |
O, “ignoramos el mal que hayamos hecho; enséñanos cuál es, y lo abandonaremos de inmediato”?
Manoa corrió con su esposa y le preguntó: ―¿Eres tú la persona que le habló a mi esposa el otro día? ―Sí —le respondió—. Yo soy.
La mujer corrió y se lo contó a su marido: ―Un varón de Dios se me apareció. Pienso que debe ser el ángel del Señor, porque tenía un aspecto muy glorioso. No le pregunté de dónde era, y él no me dijo su nombre,
pero me dijo: “Vas a tener un hijo varón”. Y me dijo que no bebiera vino ni cerveza, y que no comiera alimentos impuros, porque el bebé iba a ser nazareo, que estaría consagrado a Dios desde el momento de su nacimiento hasta el día de su muerte.
El Señor contestó su oración, y el ángel de Dios se le apareció nuevamente a su esposa estando ella en el campo. Pero otra vez estaba sola. Manoa no estaba con ella.