Nos vendiste, a tu pueblo amado, por una insignificancia. Consideraste que nada valíamos.
Jueces 10:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Esto hizo que el Señor se airara contra su pueblo y permitiera que los filisteos y los amonitas comenzaran a molestarlos y a oprimirlos. Estos ataques ocurrían al oriente del Jordán, en la tierra de los amorreos (que está en Galaad), Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y se encendió la ira de Jehová contra Israel, y los entregó en mano de los filisteos, y en mano de los hijos de Amón; Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el Señor ardió de enojo contra los israelitas y los entregó en manos de los filisteos y los amonitas, Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso estalló contra Israel la cólera de Yavé, quien lo entregó en manos de los filisteos y de los amonitas. La Biblia Textual 3a Edicion Y se encendió la ira de YHVH contra Israel, y los vendió en mano de los filisteos, y en mano de los hijos de Amón, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Encendióse la ira de Yahveh contra Israel y los entregó en manos de los filisteos y de los amonitas, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová se airó contra Israel, y los entregó en mano de los filisteos, y en mano de los hijos de Amón: |
Nos vendiste, a tu pueblo amado, por una insignificancia. Consideraste que nada valíamos.
Oh Dios, ¿por qué nos has desechado para siempre? ¿Por qué arde tu ira contra nosotros, ovejas de tu prado?
El Señor pregunta: ¿Los entregué yo en manos de mis acreedores? ¿Será por eso que no están presentes? ¿Está ausente su madre porque yo me divorcié de ella y la despedí? No, se han entregado ustedes mismos por sus pecados, y a su madre se la llevaron en pago de sus deudas.
El Señor es celoso con todos los que ama y por eso castiga a los que les causan daño y destruye a sus enemigos con furor.
¿Quién puede permanecer en pie ante la cólera de Dios? Su enojo es como el ardor del fuego, que es capaz de arrasar con todo lo que se ponga a su paso; hasta las montañas tiemblan cuando Dios da rienda suelta a su enojo.
Una vez más Israel pecó adorando a otros dioses, por lo que el Señor dejó que fueran conquistados por los filisteos, quienes los tuvieron bajo su dominio durante cuarenta años.
por lo que el Señor los entregó en manos de Jabín, rey de Jazor en Canaán. El comandante de su ejército era Sísara, que vivía en Jaroset Goyim,
Pero el pueblo de Israel comenzó una vez más a adorar a otros dioses, y una vez más el Señor los entregó en mano de sus enemigos para que los oprimieran. Esta vez fue el pueblo de Madián, y lo hizo durante siete años.