Jueces 10:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 «¿Quién conducirá nuestras fuerzas contra los amonitas? —se preguntaban los jefes de Galaad unos a otros—. Quien quiera que se ofrezca será nuestro líder». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y los príncipes y el pueblo de Galaad dijeron el uno al otro: ¿Quién comenzará la batalla contra los hijos de Amón? Será caudillo sobre todos los que habitan en Galaad. Biblia Nueva Traducción Viviente Los líderes de Galaad se dijeron unos a otros: «El primero que ataque a los amonitas será proclamado gobernante de todo el pueblo de Galaad». Biblia Católica (Latinoamericana) El pueblo y los jefes de Galaad se decían unos a otros: '¿Quién será nuestro jefe para atacar a los amonitas? A ese lo pondremos a la cabeza de todos los habitantes de Galaad. La Biblia Textual 3a Edicion Y decían los principales del pueblo de Galaad, cada cual a su prójimo: ¿Quién será el hombre que inicie la lucha contra los hijos de Amón? Él se convertirá en caudillo de todos los habitantes de Galaad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces el pueblo y los jefes de Galaad se dijeron unos a otros: '¿Quién será el primero que inicie el combate contra los amonitas? Quien lo haga será el caudillo de cuantos vivimos en Galaad'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los príncipes y el pueblo de Galaad dijeron el uno al otro: ¿Quién es el que comenzará la batalla contra los hijos de Amón? Él será cabeza sobre todos los que habitan en Galaad. |
Después de la muerte de Josué, la gente de Israel se presentó delante del Señor para pedirle instrucciones. ―¿Cuál de las tribus será la primera en salir a pelear contra los cananeos? —preguntaron.
Los amonitas acamparon en Galaad, mientras que la gente de Israel lo hizo en Mizpa.
Jefté era un gran guerrero de la tierra de Galaad, pero su madre era una prostituta.
Entonces Jefté aceptó la comisión y fue hecho comandante en jefe y rey. El contrato fue ratificado delante del Señor en Mizpa, en una asamblea general de todo el pueblo.
Fue por este tiempo que los amonitas comenzaron su guerra contra Israel.
Jefté fue juez de Israel durante seis años. Cuando murió fue sepultado en una de las ciudades de Galaad.
―¿Oyeron al gigante? —se decían los soldados—. Ha insultado otra vez al ejército de Israel. ¿Saben qué recompensa ha ofrecido el rey al que lo mate? El rey le dará una de sus hijas por esposa y toda su familia estará exenta de pagar impuestos.