Por eso, los fariseos y los maestros de la ley comenzaron a murmurar: Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos.
Juan 6:41 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Entonces los judíos empezaron a murmurar contra Jesús, porque dijo: «Yo soy el pan que bajó del cielo». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces la gente comenzó a murmurar en desacuerdo, porque él había dicho: «Yo soy el pan que descendió del cielo». Biblia Católica (Latinoamericana) Los judíos murmuraban porque Jesús había dicho: 'Yo soy el pan que ha bajado del cielo. La Biblia Textual 3a Edicion Los judíos murmuraban entonces acerca de Él, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los judíos comenzaron a murmurar de él porque había dicho: 'Yo soy el pan bajado del cielo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y murmuraban de Él los judíos, porque dijo: Yo soy el pan que descendió del cielo. |
Por eso, los fariseos y los maestros de la ley comenzaron a murmurar: Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos.
Al ver esto, todos empezaron a murmurar: ―Se fue a quedar en la casa de un pecador.
Los fariseos y los maestros de la ley que pertenecían a su mismo grupo, se molestaron con los discípulos de Jesús y les dijeron: ¿Por qué comen y beben ustedes con recaudadores de impuestos y con pecadores?
Los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y ayudantes del templo para que le preguntaran a Juan quién era él. Esto es lo que Juan les respondió:
Yo soy el pan que bajó del cielo. Los antepasados de ustedes comieron maná y, sin embargo, murieron; pero el que come de este pan vivirá para siempre.
Al escucharlo, muchos de sus discípulos dijeron: «Esto que tú enseñas es muy difícil de aceptar. ¿Quién puede estar de acuerdo con eso?».
Desde ese momento muchos de sus discípulos lo abandonaron. Entonces, Jesús les preguntó a los doce:
Entre la gente había muchos rumores acerca de él. Unos decían: «Él es un buen hombre». Otros afirmaban: «No es bueno porque engaña a la gente».
Y no murmuremos contra Dios, como hicieron algunos israelitas y el Señor envió a su ángel a destruirlos.
Estas personas son murmuradoras, nunca están satisfechas con nada; siguen siempre sus deseos egoístas y son tan arrogantes que cuando hablan bien de alguien es para sacarle algún beneficio.