El Señor está cerca de cuantos lo llaman, sí, de todos los que llaman sinceramente.
Juan 4:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo guiados por el Espíritu y en forma verdadera. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces serán verdaderos adoradores del Padre, tal como él mismo los quiere. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben adorarlo en espíritu y en verdad. La Biblia Textual 3a Edicion Dios es espíritu; y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dios es espíritu; y los que lo adoran tienen que adorarlo en espíritu y verdad'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren. |
El Señor está cerca de cuantos lo llaman, sí, de todos los que llaman sinceramente.
Pero el que me ofrenda su gratitud, me honra. Los que andan por mis sendas recibirán salvación del Señor.
Lo que quieres es un espíritu quebrantado. Al corazón quebrantado y contrito, Dios, no lo despreciarás tú.
El que es alto y excelso y habita la eternidad, aquel cuyo nombre es santo, dice así: Yo moro en aquel elevado y santo sitio, pero también estoy donde habitan los pobres y los afligidos, y a ellos les doy ánimo y aliento.
Pero la hora se acerca, y ya está aquí, cuando los que verdaderamente adoran al Padre lo harán guiados por el Espíritu y en forma verdadera, porque el Padre así quiere que sean los que lo adoren.
Con gran satisfacción y sinceridad podemos afirmar que siempre hemos dependido de la gracia del Señor y no de nuestra sabiduría y que siempre hemos sido puros y sinceros en el mundo, especialmente en cuanto a la forma en que nos hemos comportado con ustedes.
porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor allí hay libertad.
Porque los verdaderos circuncidados somos nosotros, los que por medio del Espíritu adoramos a Dios y nos llenamos de orgullo de pertenecer a Cristo Jesús. Nosotros no ponemos nuestra confianza en esfuerzos humanos.
Por eso, al Rey eterno, inmortal, invisible, al único Dios, sea la gloria y el honor por los siglos de los siglos. Amén.
Pero el Señor le dijo: ―No juzgues al hombre por su apariencia. No, no es este. Yo no escojo como los hombres lo hacen. Los hombres juzgan por la apariencia exterior, pero yo miro el corazón.