El cielo es mi trono y la tierra es apoyo para mis pies. ¿Qué templo semejante a este pueden construirme ustedes?
Juan 4:21 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Jesús le respondió: ―Créeme, mujer, que ya está cerca la hora en que ustedes no adorarán al Padre ni en este monte ni en Jerusalén. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús le contestó: —Créeme, querida mujer, que se acerca el tiempo en que no tendrá importancia si se adora al Padre en este monte o en Jerusalén. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús le dijo: 'Créeme, mujer: Llega la hora en que ustedes adorarán al Padre, pero ya no será 'en este cerro' o 'en Jerusalén'. La Biblia Textual 3a Edicion Jesús le dice: Mujer, créeme que viene una hora cuando ni en este monte ni en Jerusalem adoraréis al Padre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Contéstale Jesús: 'Créeme, mujer; llega la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jesús le dijo: Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. |
El cielo es mi trono y la tierra es apoyo para mis pies. ¿Qué templo semejante a este pueden construirme ustedes?
«Hombre mortal, estos hombres tienen su corazón lleno de idolatría; su único interés es sacar ventaja de sus mentiras. ¿Debiera yo permitirles preguntarme algo?
«Hombre mortal, di a los consejeros de Israel: El Señor Dios dice: “¿Cómo se atreven a venir a solicitar mi ayuda? ¡Les aseguro que no les diré nada!”.
»Sepan que mi fama es muy grande y respetada en todas las naciones que hay desde el oriente hasta el occidente. Por todo el mundo ofrecen perfumes delicados y ofrendas puras en honor a mi gran fama. ¡De qué manera se ha extendido mi fama entre las otras naciones! Lo digo yo, el Señor Todopoderoso.
porque dondequiera que estén dos o tres reunidos en mi nombre, allí estaré yo».
Por lo tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
Unos morirán a filo de espada y a otros los llevarán prisioneros a todas las naciones. Los gentiles pisotearán a Jerusalén, hasta que llegue el tiempo señalado para ellos.
Jesús le contestó: ―Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar al Padre si no es por mí.
A ustedes los echarán fuera de las sinagogas; y llegará el día en que cualquiera que los mate pensará que le está prestando un servicio a Dios.
Ya se acerca la hora, ya ha llegado, en que ustedes huirán cada uno por su lado y a mí me dejarán solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
Pero la hora se acerca, y ya está aquí, cuando los que verdaderamente adoran al Padre lo harán guiados por el Espíritu y en forma verdadera, porque el Padre así quiere que sean los que lo adoren.
Les aseguro que ya viene la hora, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán.
»No se sorprendan por esto, porque viene la hora en que todos los muertos oirán su voz,
―Le oímos decir —declararon— que Jesús de Nazaret destruirá el templo y cambiará las leyes de Moisés.
Porque, gracias a él, judíos y no judíos podemos acercarnos al Padre con la ayuda de un mismo Espíritu.
Por lo tanto, quiero que en todas partes los hombres oren, alzando ante Dios manos santas, libres de ira y resentimiento;
Ya que ustedes dicen que es su Padre el que juzga las obras de cada uno sin tener favoritos, entonces vivan dándole la honra mientras estén de paso por este mundo.
No vi en la ciudad templo alguno, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo.