Te daré las llaves del reino de los cielos: la puerta que cierres en la tierra se cerrará en el cielo; y la puerta que abras en la tierra se abrirá en el cielo.
Juan 20:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 A los que ustedes les perdonen sus pecados, les serán perdonados; a los que ustedes no se los perdonen, no les serán perdonados. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos. Biblia Nueva Traducción Viviente Si ustedes perdonan los pecados de alguien, esos pecados son perdonados; si ustedes no los perdonan, esos pecados no son perdonados». Biblia Católica (Latinoamericana) a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos. La Biblia Textual 3a Edicion A cuantos perdonéis los pecados, les han sido° perdonados; a cuantos los retengáis, les han sido retenidos.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados; a quienes se los retengáis, les quedarán retenidos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; a quienes se los retuviereis, les son retenidos. |
Te daré las llaves del reino de los cielos: la puerta que cierres en la tierra se cerrará en el cielo; y la puerta que abras en la tierra se abrirá en el cielo.
Les aseguro que cuanto aten en la tierra quedará atado en el cielo, y que lo que suelten en la tierra quedará suelto en el cielo.
Los profetas afirmaron que cualquiera que crea en él, alcanzará el perdón de los pecados en virtud de su nombre.
―Arrepiéntanse —les respondió Pedro—, y bautícense en el nombre de Jesucristo, para que Dios les perdone sus pecados. Entonces recibirán también el don del Espíritu Santo,
Convoquen a una reunión en el nombre de Jesucristo nuestro Señor, y con su poder yo estaré en espíritu,
¡Y sobre qué firme cimiento están edificados! ¡Nada menos que el de los apóstoles y profetas, y con Cristo mismo como piedra angular!
¡Sírvannos de ejemplo Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no deshonrar el nombre de Dios!