»Yo, el Rey, les responderé: “Todo lo que hicieron a mis hermanos necesitados a mí me lo hicieron”.
Juan 13:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Les aseguro que el que recibe al que yo envío me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. Biblia Nueva Traducción Viviente Les digo la verdad, todo el que recibe a mi mensajero me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe al Padre, quien me envió. Biblia Católica (Latinoamericana) En verdad les digo: el que reciba al que yo envíe, a mí me recibe, y el que me reciba a mí, recibe al que me ha enviado. La Biblia Textual 3a Edicion En verdad, en verdad os digo: El que recibe al que Yo envíe, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 De verdad os lo aseguro: el que reciba al que yo envíe, a mí me recibe; y el que a mí me recibe, recibe al que me ha enviado'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, a mí me recibe; y el que a mí recibe, recibe al que me envió. |
»Yo, el Rey, les responderé: “Todo lo que hicieron a mis hermanos necesitados a mí me lo hicieron”.
―El que recibe a un niño como este en mi nombre, me está recibiendo a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
»El que los escucha a ustedes, me escucha a mí. El que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí. Y el que me rechaza a mí, rechaza al que me envió».
Les dijo: ―El que recibe a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El que es más insignificante entre todos ustedes, ese es el más importante.
Y aunque mi enfermedad fue una prueba para ustedes, no me rechazaron ni me echaron de entre ustedes. Al contrario, me cuidaron como si hubiera sido un ángel de Dios o Jesucristo mismo.
Ahora bien, de la misma manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, deben comportarse como le agrada a él;
Por eso, el que rechaza estas instrucciones no rechaza a un hombre sino a Dios, que les ha dado a ustedes su Espíritu Santo.