Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y somos suyos. Somos su pueblo y ovejas de su prado.
Juan 10:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Por eso, Jesús volvió a decirles: «Sí, yo soy la puerta de las ovejas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Biblia Nueva Traducción Viviente entonces les dio la explicación: «Les digo la verdad, yo soy la puerta de las ovejas. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús, pues, tomó de nuevo la palabra: En verdad les digo que yo soy la puerta de las ovejas. La Biblia Textual 3a Edicion Volvió, pues, a decirles Jesús: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús les dijo de nuevo: 'De verdad os aseguro: yo soy la puerta de las ovejas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. |
Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y somos suyos. Somos su pueblo y ovejas de su prado.
Entonces nosotros, pueblo tuyo, ovejas de tu prado, te expresaremos gratitud por los siglos de los siglos, y alabaremos tu grandeza de generación en generación.
porque él es nuestro Dios. Nosotros somos el pueblo al que él vigila, ovejas de su rebaño a las que cuida. ¡Ah, que hoy escucharan ustedes su llamado y acudieran a él!
Nosotros fuimos quienes nos extraviamos como ovejas, nosotros, quienes seguimos nuestro propio camino. ¡Pero Dios echó sobre él la culpa y los pecados de cada uno de nosotros!
¡Ustedes son mi rebaño, las ovejas de mi pradera! ¡Ustedes son mi pueblo y yo soy su Dios!, dice el Señor”».
Tan sólo que pidan y yo los multiplicaré como los rebaños que llenan las calles de Jerusalén en el tiempo del sacrificio. Las ciudades arruinadas serán reconstruidas y repobladas, y todos sabrán que yo soy el Señor».
Jesús dijo: «Es verdad que para entrar al redil de las ovejas hay que entrar por la puerta, porque el que salta por otro lado es un ladrón y un bandido.
Yo soy la puerta; el que entra por esta puerta, se salvará. Podrá entrar y salir, y hallará pastos.
Jesús le contestó: ―Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar al Padre si no es por mí.
Porque, gracias a él, judíos y no judíos podemos acercarnos al Padre con la ayuda de un mismo Espíritu.