y busquen a dos personas que lo acusen de haber blasfemado contra Dios y de haber maldecido al rey. Luego sáquenlo y mátenlo a pedradas».
Juan 10:33 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Los judíos le respondieron: ―No te apedreamos por ninguna de ellas sino porque has blasfemado. Tú no eres más que un hombre y te haces pasar por Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente —No te apedreamos por ninguna buena acción, ¡sino por blasfemia! —contestaron—. Tú, un hombre común y corriente, afirmas ser Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Los judíos respondieron: 'No te apedreamos por algo hermoso que hayas hecho, sino por insultar a Dios; porque tú, siendo hombre, te haces Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Le respondieron los judíos: Por buena obra no te apedreamos, sino por blasfemia,° y porque tú, siendo hombre, te haces Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondiéronle los judíos: 'No te queremos apedrear por una obra buena, sino por blasfemia: porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios. |
y busquen a dos personas que lo acusen de haber blasfemado contra Dios y de haber maldecido al rey. Luego sáquenlo y mátenlo a pedradas».
Entonces lo rodearon los judíos y le preguntaron: ―¿Hasta cuándo nos vas a tener con esta duda? Si tú eres el Cristo, dínoslo claramente.
pero Jesús les dijo: ―Yo les he mostrado muchas cosas buenas que he hecho por el poder de mi Padre. ¿Por cuál de ellas me quieren apedrear?
Los judíos le dijeron: ―Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, pues se ha hecho pasar por el Hijo de Dios.
Por esto los judíos trataban aún más de matarlo, ya que desobedecía la ley acerca del sábado y decía que Dios era su Padre, con lo cual se hacía igual a Dios.
Todos deben obedecer a las autoridades del gobierno, porque Dios es quien les ha otorgado el poder. No hay ningún gobierno que Dios no haya establecido.
aunque él era igual a Dios, no consideró esa igualdad como algo a qué aferrarse.