¡Grande es el Señor, y digno de toda alabanza; su grandeza no se puede comprender!
Juan 10:29 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Mi Padre me las dio, y él es más grande que todos; por eso, nadie se las puede arrebatar de la mano. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Biblia Nueva Traducción Viviente porque mi Padre me las ha dado, y él es más poderoso que todos. Nadie puede quitarlas de la mano del Padre. Biblia Católica (Latinoamericana) Aquello que el Padre me ha dado es más fuerte que todo, y nadie puede arrebatarlo de la mano de mi Padre. La Biblia Textual 3a Edicion Lo° que me ha dado mi Padre es mayor que todas las cosas, y nadie puede arrebatarlo de la mano del Padre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mi Padre, que me las ha confiado, es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de las manos del Padre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mi Padre que me las dio, mayor que todos es, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. |
¡Grande es el Señor, y digno de toda alabanza; su grandeza no se puede comprender!
Yo sé que el Señor es mayor que cualquier otro dios, porque libró a su pueblo de la soberbia y de la crueldad de los egipcios».
¡Las muestras de su poder son maravillosas! ¡Su reino es para siempre! ¡Él gobierna en todas las generaciones!
¡Maldito todo aquel que me promete un carnero sano de su rebaño, pero luego lo sustituye por uno enfermo! Porque yo soy el gran Rey, y no permitiré que mi gran fama sea tenida en menos en las naciones por culpa de ustedes. Lo digo yo, el Señor Todopoderoso.
Yo les doy vida eterna y jamás perecerán ni nadie podrá arrebatármelas de la mano.
Ya me oyeron decirles que me voy, pero regreso a ustedes. Si me amaran, estarían alegres de que voy al Padre porque el Padre es más grande que yo.
Voy a estar por muy poco tiempo en el mundo, pero ellos están todavía en el mundo, y yo vuelvo a ti. »Padre santo, cuídalos con el poder de tu nombre, el nombre que me diste, para que estén unidos así como tú y yo.
Pues tú le has dado autoridad sobre todas las personas para que él les dé vida eterna a todos los que le diste.
»A los que me diste del mundo les he mostrado quién eres. Ellos eran tuyos y tú me los diste y ellos han obedecido tu palabra.
Ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque son tuyos.
Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que viene a mí, no lo rechazo.