Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Josué 7:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Josué clamó al Señor: ―Oh Señor, ¿por qué nos hiciste cruzar el río Jordán si ibas a permitir que los amorreos nos dieran muerte? ¿Por qué no nos quedamos en la otra orilla?

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y Josué dijo: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos en las manos de los amorreos, para que nos destruyan? ¡Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán!

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Josué clamó: —Oh Señor Soberano, ¿por qué nos hiciste cruzar el río Jordán si vas a dejar que los amorreos nos maten? ¡Si tan solo nos hubiéramos conformado con quedarnos del otro lado!

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Josué dijo entonces: '¡Ay! ¡Señor Yavé! ¿Para qué hiciste que este pueblo atravesara el Jordán? ¿Fue acaso para entregarnos en manos de los amoreos y hacernos morir? ¿Por qué no nos quedamos mejor al otro lado del Jordán?'

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y dijo Josué: ¡Ah, Adonay YHVH! ¿Por qué hiciste pasar° el Jordán a este pueblo para entregarnos en mano del amorreo para destruirnos? ¡Ojalá nos hubiéramos propuesto habitar al otro lado del Jordán!

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Decía Josué: '¡Ay, Señor mío, Yahveh! ¿Por qué has hecho que este pueblo pasara a este lado del Jordán, para entregarnos en manos de los amorreos y destruirnos? ¡Ojalá hubiéramos decidido quedarnos al otro lado del Jordán!

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Josué dijo: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos en las manos de los amorreos y que nos destruyan? ¡Mejor nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán!

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Josué 7:7
19 Tagairtí Cros  

―¿Qué haremos? —preguntó el rey de Israel—. El Señor nos ha traído aquí para que el rey de Moab nos derrote.


En mi desesperación he exclamado: «Todos son unos mentirosos».


Les dijeron: ―¡Ojalá el Señor nos hubiera quitado la vida en Egipto! Allí nos sentábamos junto a las ollas llenas de carne y comíamos hasta quedar satisfechos. Pero ustedes nos han traído hasta este desierto para matarnos de hambre.


Pero, atormentados por la sed, le respondieron: ―¿Por qué nos sacaste de Egipto? ¿Por qué nos trajiste a morir de sed aquí, junto con nuestros hijos y nuestro ganado?


“El Señor les ha dado muerte porque no tuvo suficiente poder para introducirlos en la tierra que juró que les daría”.


antes que entrar a ese país que tenemos ante nosotros. El Señor permitirá que nos maten allí y nuestras esposas e hijos serán esclavos. Regresemos a Egipto».


―¡Oh generación incrédula y perversa! —dijo Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? ¡Tráiganme al muchacho!


―Porque tienen muy poca fe —les respondió Jesús—. Si tuvieran siquiera una fe tan pequeña como un grano de mostaza, podrían decirle a aquella montaña que se quitara de en medio y se quitaría. Nada les sería imposible.


Acaso han olvidado ya las palabras de aliento que como a hijos se les dirige: «Hijo mío, no tomes como algo sin importancia la disciplina del Señor ni te desalientes cuando te reprenda,


Josué y los ancianos de Israel rasgaron su ropa y se postraron delante del cofre del Señor echando polvo sobre sus cabezas.


Oh Señor, ¿qué voy a hacer ahora que Israel ha huido delante de sus enemigos?


Cuando los israelitas regresaron a su campamento, sus caudillos discutían la causa por la que el Señor había permitido que fueran derrotados. «Traigamos el cofre desde Siló —dijeron—. Si la llevamos con nosotros a la batalla, el Señor estará entre nosotros y seguramente nos salvará de nuestros enemigos».