Que el Señor nuestro Dios esté con nosotros, como estuvo con nuestros padres; que jamás nos abandone.
Josué 24:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ―Entonces —dijo Josué— destruyan los ídolos que ahora poseen y obedezcan al Señor el Dios de Israel. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová Dios de Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente —Muy bien —dijo Josué—, entonces destruyan los ídolos que tienen entre ustedes y entréguenle el corazón al Señor, Dios de Israel. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues bien, dijo José, boten ahora los dioses extranjeros que tienen entre ustedes y vuelvan su corazón hacia Yavé, el Dios de Israel. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Apartad pues los dioses extraños que hay entre vosotros, e inclinad vuestro corazón hacia YHVH Dios de Israel! Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Pues bien, apartad los dioses extraños que hay en medio de vosotros, e inclinad vuestro corazón hacia Yahveh, Dios de Israel'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová, el Dios de Israel. |
Que el Señor nuestro Dios esté con nosotros, como estuvo con nuestros padres; que jamás nos abandone.
Que él nos dé el deseo de hacer su voluntad en todo y de obedecer todos los mandamientos e instrucciones que dio a nuestros antepasados.
No me dejes desear cosas malas, ni que participe en hechos malvados; no me dejes compartir banquetes con los que hacen mal.
Yo soy el Señor tu Dios, quien te sacó de la tierra de Egipto. ¡Pruébame! Abre bien la boca, y verás si no la lleno. ¡Recibirás toda la bendición que necesites!
Recuerden que no deben adorar ídolos, ya sean de plata, de oro o de algún otro material.
»¡Efraín, aléjate de esos ídolos! ¡Yo estoy vivo y soy fuerte! Yo te atiendo y te cuido. Yo soy como un árbol siempre verde, que te brindo mi fruto a través de todo el año. ¡Mis acciones misericordiosas hacia ti nunca faltan!».
»Por lo tanto, teman al Señor y sírvanle con sinceridad y verdad. Desechen para siempre los ídolos que sus antepasados adoraron más allá del Éufrates y en Egipto. Adoren al Señor solamente.