«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que ha cumplido hoy lo que prometió a mi padre David.
Josué 21:45 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Cada cosa buena que les había prometido se cumplió. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió. Biblia Nueva Traducción Viviente Ni una sola de todas las buenas promesas que el Señor le había hecho a la familia de Israel quedó sin cumplirse; todo lo que él había dicho se hizo realidad. Biblia Católica (Latinoamericana) Ninguna de las promesas que Yavé había hecho a la casa de Israel quedó en el olvido: todo se realizó. La Biblia Textual 3a Edicion No faltó ni una palabra de todas las buenas cosas que YHVH había hablado a la casa de Israel. Todo se cumplió. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No dejó de cumplirse ni una sola de todas las buenas promesas que había hecho Yahveh a la casa de Israel: todo se cumplió. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No faltó ni una palabra de las buenas promesas que Jehová había dado a la casa de Israel; todas se cumplieron. |
«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que ha cumplido hoy lo que prometió a mi padre David.
Y ahora el Señor ha cumplido su palabra, porque he sucedido a mi padre como rey de Israel, y ya he edificado el templo del Señor, Dios de Israel.
Hoy tú has cumplido la promesa hecha a mi padre David, que era tu siervo.
«Bendito sea el Señor, que ha cumplido su promesa y ha dado reposo a su pueblo Israel; ni una palabra ha dejado de cumplir de todas las maravillosas promesas dadas por su siervo Moisés.
Cuando él fue fiel a ti, tú le prometiste, por medio del pacto, darle a él y a sus descendientes la tierra de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los ferezeos, de los jebuseos y de los gergeseos. Y cumpliste tu promesa, porque eres fiel a tu palabra.
Dios no es hombre para que mienta; él no se arrepiente como los hombres. ¿Ha prometido alguna vez sin cumplir lo que ha dicho?
Dios siempre cumple su palabra, y él los llamó a vivir unidos a su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor.
Esperamos la vida eterna que Dios, que no puede mentir, prometió desde antes de la creación del mundo;
De estas dos cosas que no pueden cambiarse y en las que es imposible que Dios mienta, recibimos un gran consuelo los que ahora acudimos a él en busca de su protección y confiados en la esperanza que nos ha dado.
Samuel crecía y el Señor estaba con él y Dios hizo que se cumplieran todos sus mensajes.