Los caudillos de Edom están turbados. Los poderosos de Moab están angustiados; todos los habitantes de Canaán se derriten de miedo.
Josué 2:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 «El Señor nos dará toda la tierra —dijeron—, porque el pueblo está muerto de miedo a causa de nosotros». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y dijeron a Josué: Jehová ha entregado toda la tierra en nuestras manos; y también todos los moradores del país desmayan delante de nosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente «El Señor nos ha dado el territorio —dijeron—, pues toda la gente de esa tierra nos tiene pavor». Biblia Católica (Latinoamericana) Y añadieron: 'Yavé ha puesto todo ese país en nuestras manos; todos los habitantes de ese país están asustados con nosotros'. La Biblia Textual 3a Edicion Y dijeron a Josué: ¡Ciertamente YHVH ha entregado en nuestra mano toda esta tierra, porque todos los habitantes de la tierra desmayan° a causa de nosotros! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijeron, pues, a Josué: 'Ciertamente Yahveh entrega en nuestras manos todo ese país, pues todos los moradores están temblando ante nuestra presencia'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijeron a Josué: Ciertamente Jehová ha entregado toda la tierra en nuestras manos; y también todos los habitantes del país desmayan delante de nosotros. |
Los caudillos de Edom están turbados. Los poderosos de Moab están angustiados; todos los habitantes de Canaán se derriten de miedo.
Los límites que les pondré serán desde el Mar Rojo hasta la costa de los filisteos, y desde el desierto hasta el río Éufrates. Haré que ustedes venzan a los pueblos que hoy viven en esa tierra, y los expulsen de la región.
El mensajero fiel es como refrescante nieve en medio del calor del verano, le da nuevos ánimos a su amo.
Que no se aparte nunca de tu boca este libro de la ley. Medita en él día y noche y obedécelo al pie de la letra. Solamente así tendrás éxito.
Entonces los dos espías, descendiendo de la montaña, cruzaron el río Jordán e informaron a Josué todo lo que les había sucedido.
Cuando las naciones que estaban al oeste del río Jordán (los cananeos y los amorreos que vivían a lo largo de la costa del Mediterráneo) oyeron que el Señor había secado el río Jordán para que el pueblo de Israel pudiera cruzarlo, se les disipó completamente el valor y quedaron paralizados de temor.
«Jericó, su rey, y todos sus guerreros ya están derrotados, porque los he entregado en tus manos.
El Señor le dijo a Josué: «No temas ni desmayes, toma contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. La he entregado en tus manos para que la conquistes. He entregado en tus manos al rey de Hai y a todo su pueblo, su ciudad y su tierra.
La respuesta de Dios fue la siguiente: ―Judá. Y yo le daré una gran victoria.