Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Josué 19:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Las ciudades en estas áreas, además de las mencionadas, incluían a Catat, Nalal, Simrón, Idalá y Belén, y todos los pueblos circundantes. En total eran doce ciudades. Esta es la tierra que se le dio a los clanes de la tribu de Zabulón.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

y abarca Catat, Naalal, Simrón, Idala y Belén; doce ciudades con sus aldeas.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Algunas de las ciudades que se incluían eran: Catat, Naalal, Simrón, Idala y Belén; en total eran doce ciudades con sus aldeas vecinas.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Allí se incluían Catat, Najalal, Simrón, Jireala y Belén: doce ciudades y sus aldeas;'

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

donde están Catat, Najalal, Simrón, Ideala y Bet-léhem: doce ciudades con sus aldeas.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Comprendía, además, Catat, Nahalal, Simrón, Yidalá, Belén: doce ciudades con sus aldeas.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y abarcaba Cata, Naalal, Simrón, Ideala y Belén; doce ciudades con sus aldeas.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Josué 19:15
11 Tagairtí Cros  

dijo: «¡Quién pudiera beber agua del pozo que está junto a la puerta de la ciudad!». (El pozo estaba cerca de la puerta de Belén).


Cuando el rey Jabín de Jazor se enteró de lo ocurrido, envió mensajes urgentes a los siguientes reyes: Jobab rey de Madón; al rey de Simrón; al rey de Acsaf;


El límite norte pasaba por Janatón y seguía hasta el valle de Jeftel.


La tribu de Zabulón no dio muerte a los habitantes de Quitrón y Nalol, sino que los hizo esclavos.


El juez que le sucedió fue Ibsán, que vivió en Belén.


Un día llegó a aquel lugar un joven levita sacerdote de Belén que buscaba un buen lugar para vivir, y acertó a detenerse en la casa de Micaías.


Al llegar ambas a Belén, el pueblo se conmovió. ―¿Es realmente Noemí? —preguntaban las mujeres.