Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Jonás 3:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

En esta ocasión Jonás obedeció y fue a Nínive. Nínive era una ciudad muy grande, tan grande era que se necesitaban tres días para recorrerla.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme a la palabra de Jehová. Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Esta vez Jonás obedeció el mandato del Señor y fue a Nínive, una ciudad tan grande que tomaba tres días recorrerla toda.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Se levantó Jonás y fue a Nínive, como se lo había ordenado Yavé. Nínive era una ciudad muy grande. Se necesitaban tres días para atravesarla.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Jonás, pues, se levantó y fue a Nínive, conforme a la palabra de YHVH. Y era Nínive una ciudad grande ante ’Elohim,° de tres días de recorrido.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Jonás se levantó y se puso en camino hacia Nínive, según la orden de Yahveh. Nínive era una ciudad tan grande que hacían falta tres días para recorrerla.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y se levantó Jonás, y fue a Nínive, conforme a la palabra de Jehová. Y Nínive era una ciudad grande en extremo, de tres días de camino.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Jonás 3:3
9 Tagairtí Cros  

Al día siguiente, Abraham madrugó y ensilló su burro. Luego cortó la leña para el holocausto, y junto con dos de sus criados y su hijo Isaac salió rumbo al lugar que Dios le había indicado.


Raquel lo llamo Neftalí (lucha), porque dijo: «He tenido una dura lucha con mi hermana y he vencido».


Tu justicia es como tus poderosos montes. Tus juicios como las profundidades del océano. Por igual te preocupas de los hombres y los animales.


Los montes se cubrieron de nuestra sombra; fuimos como cedros imponentes llenos de ramas,


Entonces Senaquerib, rey de Asiria, regresó a su tierra, a Nínive.


«Ve a la gran ciudad de Nínive y anúnciale que la voy a destruir, porque su maldad ha quedado completamente evidente ante mí».


Y ¿por qué no iba yo a tener lástima de la gran ciudad de Nínive, con sus ciento veinte mil habitantes que no saben distinguir entre lo bueno y lo malo, y de todo su ganado?


Sólo Lucas está conmigo. Trae a Marcos cuando vengas, porque me ayudará en mi ministerio.