Entonces el Señor desechó a todos los descendientes de Jacob. Los castigó entregándolos en manos de sus enemigos, y dejó que fueran llevados lejos de su tierra.
Jeremías 6:30 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Habrá que ponerles un letrero que diga: «Impuros, plata rechazada», porque el Señor los ha rechazado. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Plata desechada los llamarán, porque Jehová los desechó. Biblia Nueva Traducción Viviente Los marcaré: “plata rechazada”, porque yo, el Señor, los desecho». Biblia Católica (Latinoamericana) Serán llamados, en consecuencia, 'plata de desecho', porque Yavé los arrojó. La Biblia Textual 3a Edicion Plata reprobada serán llamados, Porque YHVH los ha desechado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Plata de desecho hay que llamarlos, porque Yahveh los ha desechado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Plata desechada los llamarán, porque Jehová los desechó. |
Entonces el Señor desechó a todos los descendientes de Jacob. Los castigó entregándolos en manos de sus enemigos, y dejó que fueran llevados lejos de su tierra.
Tú desechas como escoria a los malvados de la tierra; por eso amo tus decretos.
Pero pronto un inaudito terror les sobrevendrá. Dios esparcirá los huesos de esos enemigos suyos. Están condenados, porque Dios los ha rechazado.
Quita las impurezas de la plata y quedará lista para que el orfebre la use;
Fuiste como plata purificada, pero ahora estás mezclada con ruin aleación. Fuiste muy pura, pero ahora estás diluida como vino aguado.
«¡Oh Señor!», clamará el pueblo, «¿has rechazado por completo a Judá? ¿Aborreces a Jerusalén? ¿Tendremos de nuevo paz cuando pase el castigo? Nosotros pensábamos: Ahora por fin el Señor nos sanará y vendará nuestras heridas. Pero la paz no llegó y sólo reinan por todos lados la desesperación y el terror.
Cuando alguien del pueblo o uno de sus «profetas» o sacerdotes te pregunten: «Anda Jeremías, ¿qué tristes noticias del Señor tienes hoy?», les responderás: «¿Qué tristes noticias? ¡Ustedes son las tristes noticias, porque el Señor los ha reprobado!».
¡Oh Jerusalén, rápate la cabeza en señal de vergüenza y llora solitaria sobre los montes, porque el Señor ha rechazado y abandonado a este pueblo, quien ha provocado su enojo!
¿O nos has rechazado por completo? ¿Vas a mantener para siempre tu cólera contra nosotros?
Mi Dios destruirá al pueblo de Israel, porque ellos no quieren escuchar su consejo ni seguir sus instrucciones. Ya no tendrán una patria estable, sino que andarán como vagabundos entre las naciones.
Me deshice de tres pastores malvados en un solo mes. Realmente no podía soportar su ineficacia, además de que ellos me odiaban.
»Ustedes son la sal del mundo. Si la sal pierde el sabor, ¿para qué va a servir? ¡Sólo para que la boten y la pisoteen por inservible!
Pregunto entonces: ¿Ha rechazado Dios a su pueblo? ¡De ninguna manera! Yo mismo soy israelita, descendiente de Abraham y miembro de la familia de Benjamín.