Vomitará los despojos que tragó, Dios no le permitirá que los retenga.
Jeremías 51:34 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Los judíos de Babilonia dicen: «Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos ha explotado exprimiendo y devorando nuestra fuerza, nos ha absorbido como si fuera un enorme monstruo, se ha llenado el estómago con nuestras riquezas y nos ha echado de nuestra patria. ¡Que Babilonia reciba su merecido por todo lo que nos hizo! ¡Que reciba la justa paga por toda nuestra sangre que derramó!». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Me devoró, me desmenuzó Nabucodonosor rey de Babilonia, y me dejó como vaso vacío; me tragó como dragón, llenó su vientre de mis delicadezas, y me echó fuera. Biblia Nueva Traducción Viviente «Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos devoró, nos aplastó y nos dejó sin fuerzas. Nos tragó como un gran monstruo y llenó su barriga con nuestras riquezas. Nos echó de nuestro propio país. Biblia Católica (Latinoamericana) El pueblo de Sión dice: 'Me comió y me chupó el rey de Babilonia; me dejó como un plato vacío, me tragó igual que un dragón, se llenó su estómago con mis mejores presas. La Biblia Textual 3a Edicion Me ha devorado, me ha aplastado Nabucodonosor rey de Babilonia; Me ha puesto cual vasija vacía, Me ha tragado como un dragón, Ha llenado su vientre de mis mejores bocados, Y me ha echado fuera. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Me devoró, me consumió Nabucodonosor, rey de Babel; me arrinconó como plato vacío, me engulló como dragón, llenó su panza, me expulsó. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Me devoró, me desmenuzó Nabucodonosor, rey de Babilonia; me dejó como un vaso vacío, me tragó como dragón, llenó su vientre de mis delicadezas, y me echó fuera. |
Vomitará los despojos que tragó, Dios no le permitirá que los retenga.
Con tu fuerza dividiste el Mar Rojo; ¡aplastaste las cabezas del dios marino! ¡Lo entregaste como alimento a las tribus del desierto!
Nos tragaremos vivo a alguien, como el sepulcro se traga a los hombres que caen en él.
Gavilanes y puercoespines morarán allí, así como también lechuzas y cuervos. Porque Dios observará esta tierra y la hallará digna de ser destruida. Probará a sus nobles y los hallará dignos de muerte.
¡Pero qué espectáculo da su pueblo, los encargados de mostrarle a todo el mundo la gloria de su ley, pues son víctimas de robo y están esclavizados, encarcelados, atrapados, presa de todos, sin quién los proteja!
Como ovejas perseguidas por los leones son los israelitas. Primero los devoró el rey de Asiria, luego Nabucodonosor, rey de Babilonia, les trituró los huesos.
Quienes los encontraban los devoraban, diciendo: «Tenemos permiso para atacarlos a nuestro antojo, porque han pecado contra el Señor, el Dios de justicia, la esperanza de sus antepasados».
Yo castigaré a Bel, el dios de Babilonia, y le sacaré de la boca lo que ha devorado. Ya las naciones no acudirán a rendirle homenaje; ha caído la muralla que protegía a Babilonia.
Tal como Babilonia mató al pueblo de Israel, así tiene que ser muerta ella.
Las calles de Jerusalén donde antes siempre había un feliz alboroto están ahora en silencio. La que era gran señora ahora es como una viuda que se sienta a llorar su soledad. La que era reina de pueblos ahora es la criada.
Todos tus enemigos abren la boca para hablar mal de ti; rechinando los dientes, se burlan diciendo: «¡La hemos destruido al fin! ¡Ha llegado el día que tanto esperábamos! ¡Por fin podemos verlo!».
y las han atacado por todas partes y enviado como esclavos a sus habitantes a muchas tierras. Se burlan de ustedes y los calumnian.
Israel ha sido destruida; está tirada entre las naciones como si fuera una olla rota.
Escuchen, ustedes, comerciantes que explotan a los pobres y ustedes, terratenientes que causan la ruina de los necesitados arrebatándoles su tierra.
Aunque ahora la tierra del pueblo de Dios está vacía y quebrantada debido a tus ataques, el Señor le restaurará su honra y su poder.
»¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque ni entran al reino de los cielos ni dejan entrar a nadie!