Entonces Dios se acordó de Noé y de todos los animales que estaban con él en el barco. Dios hizo soplar un fuerte viento sobre la tierra, de modo que las aguas comenzaron a bajar.
Jeremías 51:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Cuando el Señor habla, hay trueno en los cielos, y hace que de toda la tierra se levante vapor; de sus tesoros saca el relámpago, la lluvia y los vientos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 A su voz se producen tumultos de aguas en los cielos, y hace subir las nubes de lo último de la tierra; él hace relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando habla en los truenos, los cielos rugen con lluvia. Él hace que las nubes se levanten sobre la tierra. Envía el relámpago junto con la lluvia y suelta el viento de sus depósitos. Biblia Católica (Latinoamericana) A su voz se acumulan las aguas en el cielo, hace subir las nubes desde el extremo de la tierra, produce relámpagos en medio del aguacero y saca el viento de sus depósitos. La Biblia Textual 3a Edicion A su trueno° retumban las aguas en los cielos, Hace subir las nubes desde el horizonte, Desata con relámpagos la lluvia, Y saca de sus tesoros el viento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando da una voz hay un estruendo de aguas en el cielo y levanta las nubes desde los confines de la tierra. Produce relámpagos para la lluvia y saca el viento de sus depósitos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cuando emite su voz, tumulto de aguas se producen en los cielos, y hace subir las nubes de lo último de la tierra; Él hace relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus tesoros. |
Entonces Dios se acordó de Noé y de todos los animales que estaban con él en el barco. Dios hizo soplar un fuerte viento sobre la tierra, de modo que las aguas comenzaron a bajar.
Por su bondad hace que vengan las nubes, ya sea para castigar o para bendecir.
»¿Has ido a los tesoros de la nieve, o visto en dónde se fabrica y almacena el granizo? Porque reservado lo tengo para cuando lo necesite en la guerra.
Pero a tu reprensión huyeron las aguas; ante el estruendo de tu voz se dieron a la fuga.
Hace que las nubes se levanten sobre la tierra; envía el relámpago con la lluvia y libera al viento de sus depósitos.
Entonces, envía su palabra y todo se derrite; envía sus vientos y el hielo se funde.
El Señor tronó en los cielos; el Dios que está sobre todos los dioses ha hablado: ¡Qué de granizo! ¡Qué de fuego!
Las naciones se alborotan y tambalean los reinos, pero cuando Dios habla, la tierra se funde.
al que cabalga sobre los antiguos cielos; cuya potente voz truena desde el cielo.
Y él llevó el viento oriental y al viento del sur guio con su gran poder.
Moisés levantó la vara y el Señor hizo que un viento oriental soplara todo aquel día y toda la noche. A la mañana siguiente, el viento oriental había traído las langostas.
El Señor envió un viento fuerte de occidente que hizo que las langostas fueran a dar al Mar Rojo, de modo que no quedó una sola langosta en Egipto.
Mientras tanto, Moisés extendió su vara sobre el mar, y el Señor abrió un sendero a través del mar, con muros de agua a cada lado. Un gran viento del oriente sopló toda la noche y secó el fondo del mar.
Y el sonido de las alas de los querubines era como la voz del Dios Todopoderoso cuando habla, y podía oírse con claridad hasta en el atrio exterior.
El Señor ha dicho: «Israelitas, ¿acaso no son ustedes para mí iguales que los cursitas? ¿Acaso yo, que los saqué a ustedes de Egipto, no he hecho lo mismo con otros pueblos también? Yo saqué de Creta a los filisteos y de Quir a los sirios. Lo ha dicho el Señor.
El barco navegaba normalmente, cuando de repente el Señor envió un fuerte viento sobre el mar, haciendo que una gran tormenta amenazara con hacer naufragar el barco.
Cuando el sol salió, Dios ordenó que soplara un viento muy caliente. Debido al intenso calor, Jonás estuvo a punto de desmayarse, y deseó la muerte. Así que exclamó: «¡Mejor sería estar muerto que sufrir este padecimiento!».