Protegiéndose con escudo de latón, alza el puño contra Dios, desafiando al Todopoderoso, atacándolo neciamente.
Jeremías 50:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ¡Ay Babilonia, te puse trampa y caíste, porque luchaste contra el Señor! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Te puse lazos, y fuiste tomada, oh Babilonia, y tú no lo supiste; fuiste hallada, y aun presa, porque provocaste a Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Escucha, Babilonia, porque te tendí una trampa. Estás atrapada porque luchaste contra el Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Te coloqué una trampa y caíste en ella, sin darte cuenta. Fuiste capturada y dominada porque te sublevaste contra Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Ay, Babilonia!, te tendí una trampa, Y sin darte cuenta has caído en ella. Te han sorprendido y apresado, Porque desafiaste a YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Te pusiste un lazo y a ti misma te cazaste, Babilonia, sin que te dieras cuenta; has sido sorprendida y apresada, porque atacaste a Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Te puse lazos, y aun fuiste tomada, oh Babilonia, y tú no lo supiste; fuiste hallada, y aun presa, porque provocaste a Jehová. |
Protegiéndose con escudo de latón, alza el puño contra Dios, desafiando al Todopoderoso, atacándolo neciamente.
«¿Aún quieres disputar con el Todopoderoso? ¿O prefieres darte por vencido? Tú que censuras a Dios, ¿tienes las respuestas?».
Porque su sabiduría es profunda y vasto su poder. ¿Quién logró jamás vencerlo?
Moisés y Aarón pidieron otra audiencia al faraón y le dijeron: ―El Señor, Dios de los hebreos, pregunta: “¿Hasta cuando te negarás a someterte a mí? Deja que mi pueblo vaya y me adore.
Nunca sabe el ser humano cuándo le vendrá la mala suerte. Es como pez en la red o ave en el lazo.
Y yo castigaré al mundo por su maldad, a los inicuos por su pecado. Yo aplastaré la arrogancia de los orgullosos y la altivez de los ricos.
¡Ay del ser humano que lucha contra su Creador! ¿Acaso discute la vasija con su hacedor? ¿Disputa la arcilla con quien le da forma, diciéndole: «¡Alto, te has equivocado!»? ¿O exclama la vasija: «¡Qué torpe eres!»?
¡Miedo, emboscadas y traición serán tu herencia, oh Moab! dice el Señor.
El que huya caerá en una trampa y el que escape de esta caerá en un lazo de cazador. Yo me encargaré de que no escapen, porque ha llegado el día de su juicio, dice el Señor.
Yo embriagaré a sus príncipes, sabios, gobernantes, capitanes y guerreros. ¡Caerán dormidos para no despertar más!, dice el Rey, cuyo nombre es el Señor de los ejércitos.
Pero ahora, de pronto, también cayó Babilonia. Lloren por ella; denle medicina, quizá pueda aún ser sanada.
Él se opone y se levanta contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto. Este hombre hasta se atreverá a ir y sentarse en el Templo de Dios y hacerse pasar por Dios.