Siete días después volvió a soltar la paloma, pero esta vez la paloma no regresó.
Jeremías 48:28 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pueblo de Moab, huye de tus ciudades y mora en cuevas como paloma que hace su nido en la hendidura de las peñas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Abandonad las ciudades y habitad en peñascos, oh moradores de Moab, y sed como la paloma que hace nido en la boca de la caverna. Biblia Nueva Traducción Viviente »Ustedes, habitantes de Moab, huyan de sus ciudades y vivan en cuevas. Escóndanse como palomas que anidan en las hendiduras de las rocas. Biblia Católica (Latinoamericana) Salgan de las ciudades
y váyanse a los cerros,
habitantes de Moab.
Imiten a las palomas,
que hacen sus nidos al borde del precipicio. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Dejad las ciudades y habitad en peñascos, Oh moradores de Moab! Sed como la paloma que anida al borde del precipicio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dejad las ciudades, morad en las rocas, habitantes de Moab. Sed como la paloma que anida en las paredes de un barranco. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Abandonad las ciudades, y habitad en las rocas, oh moradores de Moab; y sed como la paloma que hace su nido a los lados de la boca de la caverna. |
Siete días después volvió a soltar la paloma, pero esta vez la paloma no regresó.
Mi paloma se oculta tras unas rocas, tras un saliente del risco. Llámame, y déjame escuchar tu bella voz y ver tu hermoso rostro.
Cuando el Señor se levante de su trono para sacudir la tierra, sus enemigos irán arrastrándose temerosos a los agujeros de las rocas y a las cuevas, huyendo de la gloria de su majestad.
¡Ay, que Moab tuviera alas para escapar, pues no quedará en sus ciudades persona con vida!
Tu fama y tu orgullo son sólo un engaño, moradora de los montes de Petra, tú que vives en las hendiduras que hay entre las rocas. Pero aunque mores en las montañas más altas con las águilas, yo de ahí te haré caer, dice el Señor.
Huye a lo más recóndito del desierto, pueblo de Dedán, porque cuando yo castigue a Edom, también te castigaré a ti. ¡Se acerca la hora de rendir cuentas!
Los madianitas eran tan crueles que los israelitas se fueron a vivir en las cuevas de las montañas.
Cuando los israelitas vieron la gran cantidad de soldados enemigos, perdieron todo su valor y trataron de esconderse en cuevas, en fosos, en peñascos, en excavaciones y en cisternas.