El rey de los sirios envió este otro mensaje a Acab: «¡Que los dioses me hagan más de lo que te puedo hacer a ti, si dejo que en Samaria quede el polvo suficiente para que cada uno de los que me siguen se lleve un puñado!».
Jeremías 46:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ¡Cámbienle el nombre al faraón Hofra y llámenlo «Varón sin poder pero de mucho ruido»! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Allí gritaron: Faraón rey de Egipto es destruido; dejó pasar el tiempo señalado. Biblia Nueva Traducción Viviente Allí dirán: “¡El faraón, rey de Egipto, es un bocón que perdió su oportunidad!”. Biblia Católica (Latinoamericana) Pongan este nombre a Faraón:
'¡Ruido a destiempo!' La Biblia Textual 3a Edicion Y allí apodaron al rey de Egipto: ¡Faraón, rugido inoportuno!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Llamad al Faraón, rey de Egipto, 'Ruido a destiempo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Allí gritaron: Faraón rey de Egipto, es sólo ruido; dejó pasar el tiempo señalado. |
El rey de los sirios envió este otro mensaje a Acab: «¡Que los dioses me hagan más de lo que te puedo hacer a ti, si dejo que en Samaria quede el polvo suficiente para que cada uno de los que me siguen se lleve un puñado!».
El rey Acab le respondió: «¡No te jactes de la victoria sin siquiera haber peleado todavía!».
―Tómenlos vivos —ordenó Ben Adad—, ya sea que vengan en son de paz o de guerra.
Pero el Señor sopló, y las aguas los cubrieron. Se hundieron como plomo en medio de las aguas.
Los enemigos dijeron: «Los seguiremos, les daremos alcance y los destruiremos. ¡Los destrozaremos con nuestras espadas y repartiremos el botín!».
Para todo hay un tiempo oportuno. Hay tiempo para todo lo que se hace bajo el sol.
Porque estos egipcios no son más que hombres, ¡no son Dios! ¡Débil carne son sus caballos, y no espíritus poderosos! Cuando el Señor cierre el puño ante ellos, tropezarán y caerán en medio de aquellos a quienes procuran ayudar. Juntos sufrirán la derrota.
Comunícales que el Señor Dios dice: “¡Yo soy tu enemigo, faraón, rey de Egipto, quien te crees poderoso dragón echado en medio de tus ríos! Pues tú has dicho: ‘¡El Nilo es mío, yo lo he hecho para mí mismo!’.
»¡Oh Egipto, tú eres grande y glorioso entre los árboles del Edén, las naciones del mundo! ¡Pero serás abatido hasta el abismo de la muerte junto con todas estas otras naciones! Estarás entre las naciones que desprecias, liquidadas en la guerra. Este es el destino que le espera al faraón y a toda su innumerable gente, dice el Señor».