Cada uno mató a un soldado sirio, y repentinamente, todos los sirios huyeron presas del pánico. Los israelitas los persiguieron, pero el rey Ben Adad y unos pocos jinetes escaparon.
Jeremías 41:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Mientras tanto Ismael escapó con ocho de sus hombres a la tierra de los amonitas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero Ismael hijo de Netanías escapó delante de Johanán con ocho hombres, y se fue a los hijos de Amón. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras tanto, Ismael y ocho de sus hombres escaparon de Johanán y huyeron a la tierra de los amonitas. Biblia Católica (Latinoamericana) Mientras tanto, Ismael logró escapar de Joanán y con ocho hombres se pasó a los amonitas. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Ismael ben Netanías escapó delante de Johanán con ocho hombres y se fue a los hijos de Amón. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Ismael, hijo de Netanías, logró escapar de Juan con ocho hombres y se pasó a los amonitas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero Ismael, hijo de Netanías, se escapó delante de Johanán con ocho hombres, y se fue a los amonitas. |
Cada uno mató a un soldado sirio, y repentinamente, todos los sirios huyeron presas del pánico. Los israelitas los persiguieron, pero el rey Ben Adad y unos pocos jinetes escaparon.
Pero siete meses más tarde, Ismael hijo de Netanías y nieto de Elisama, que era de estirpe real, fue a Mizpa con diez hombres, y dio muerte a Guedalías y a su corte, tanto judíos como babilonios.
que al malvado suele eximírsele en el día de la calamidad, y permitírsele que huya. Nadie lo reprende en público. Nadie le da su merecido. Y una guardia de honor le rinde homenaje en su tumba.
El asesino atormentado por su sentimiento de culpa, será un fugitivo hasta que muera. ¡Que nadie lo apoye!
Mientras comían, Ismael y los diez hombres apalabrados con él se pusieron de pie de un salto, sacaron sus espadas y mataron a Guedalías.
Los habitantes de la isla, al ver la víbora colgada de la mano de Pablo, se pusieron a decir entre ellos: «No cabe duda de que es un asesino. Pues aunque se salvó del mar, la justicia divina no lo deja vivir».
David y sus hombres los atacaron y estuvieron peleando con ellos toda aquella noche y todo el día siguiente hasta la tarde. Ninguno escapó, salvo cuatrocientos jóvenes que huyeron en camellos.