En el año treinta y seis del reinado de Asá, Basá, rey de Israel, le declaró la guerra a Judá y fortificó la ciudad Ramá con el fin de bloquear las rutas de comunicación de Judá.
Jeremías 40:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Nabuzaradán, capitán de la guardia, llevó a Jeremías a Ramá junto con todo el pueblo exiliado de Jerusalén y Judá que eran enviados a Babilonia, pero luego lo soltó. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, después que Nabuzaradán capitán de la guardia le envió desde Ramá, cuando le tomó estando atado con cadenas entre todos los cautivos de Jerusalén y de Judá que iban deportados a Babilonia. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor le dio a Jeremías un mensaje después que Nabuzaradán, capitán de la guardia, lo dejó libre en Ramá. Este había encontrado a Jeremías atado con cadenas entre todos los demás cautivos de Jerusalén y de Judá que estaban siendo desterrados a Babilonia. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora viene lo que Yavé le habló a Jeremías, después que Nebuzardán, comandante de la guardia, lo dejó en libertad, cuando, en Ramá, lo sacó de en medio de los cautivos de Jerusalén y de Judá que iban desterrados a Babilonia, entre los cuales se encontraba encadenado. La Biblia Textual 3a Edicion Palabra de YHVH que recibió Jeremías, después que Nabuzaradán, capitán de la guardia, lo envió desde Ramá, cuando lo encontró encadenado entre todos los cautivos de Jerusalem y de Judá que iban deportados a Babilonia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Palabra que le fue dirigida a Jeremías de parte de Yahveh después que Nebuzardán, jefe de la escolta, lo hubo enviado libre desde Ramá, donde lo había tomado cuando él estaba aherrojado con cadenas entre todos los desterrados de Jerusalén y de Judá que iban a ser deportados a Babilonia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) La palabra que vino a Jeremías de parte de Jehová, después que Nabuzaradán, capitán de la guardia, le envió desde Ramá, cuando le tomó estando atado con cadenas entre todos los que fueron llevados cautivos de Jerusalén y Judá, que fueron llevados cautivos a Babilonia. |
En el año treinta y seis del reinado de Asá, Basá, rey de Israel, le declaró la guerra a Judá y fortificó la ciudad Ramá con el fin de bloquear las rutas de comunicación de Judá.
Porque él hizo pedazos las puertas de bronce de su prisión y cortó sus barrotes de hierro.
Él da familia al solitario y da libertad a los encarcelados, y estos cantan con júbilo. Mas a los rebeldes da hambre y tribulación.
El Señor dice: Hay amargo llanto en Ramá. Raquel llora por sus hijos y nadie puede consolarla, pues han desaparecido.
Entonces Nabuzaradán, capitán de la guardia, y sus hombres enviaron a Babilonia al resto de la población de Jerusalén y a los que se habían pasado de su lado.
En el decimosegundo año de nuestro exilio, a fines de diciembre, uno de aquellos que escapó de Jerusalén llegó para decirme: «¡La ciudad ha sido conquistada!».
―¿A qué viene tanto llanto? —nos respondió Pablo—. ¿Quieren destrozarme el corazón? Estoy dispuesto no sólo a sufrir las prisiones de Jerusalén sino también a morir por la causa del Señor Jesús.
Yo les he pedido que vengan para verlos y hablar con ustedes. Estoy preso porque tengo la misma esperanza que tiene el pueblo de Israel.
Dios me ha enviado como su representante para predicar este mensaje, y precisamente por eso ahora estoy preso. Oren para que lo anuncie sin temor alguno, pues ese es mi deber.
Luego regresaba a Ramá; porque allí vivía y allí juzgaba a Israel. Y edificó un altar al Señor en Ramá.