Poco tiempo después, el Señor le dijo a Abram: ―Abram, no tengas miedo, porque yo te protejo, y te voy a dar una recompensa muy grande.
Jeremías 39:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 pero a ti te libraré, no serás muerto por aquellos a quienes tanto temes. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero en aquel día yo te libraré, dice Jehová, y no serás entregado en manos de aquellos a quienes tú temes. Biblia Nueva Traducción Viviente pero te libraré de aquellos a quienes tanto temes. Biblia Católica (Latinoamericana) Perro yo te salvaré, dice Yavé, y no caerás en manos de los hombres a los que tú tienes miedo. La Biblia Textual 3a Edicion Pero en aquel día Yo te libraré, dice YHVH, y no serás entregado en manos de aquellos a quienes tú temes. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero en aquel día yo te libraré -oráculo de Yahveh-, para que no seas entregado en mano de los hombres que temes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero en aquel día yo te libraré, dice Jehová, y no serás entregado en mano de aquellos a quienes tú temes. |
Poco tiempo después, el Señor le dijo a Abram: ―Abram, no tengas miedo, porque yo te protejo, y te voy a dar una recompensa muy grande.
―Es una decisión difícil —respondió David—, pero es mejor caer en las manos del Señor, porque grande es su misericordia, que en manos de los hombres.
Pero Elías le dijo: ―Te juro por el Señor, el Dios Todopoderoso, en cuya presencia estoy, que hoy me presentaré ante Acab.
Entonces Abdías fue y le dijo a Acab que Elías había llegado; y Acab fue a encontrarse con él.
―No tengas miedo —le dijo Eliseo—. Son más los que están con nosotros que los que están con ellos.
Confía en mí en tus tribulaciones para que yo te libre y puedas darme la gloria.
Van a intentar acabar contigo, pero fracasarán porque yo estoy contigo, dice el Señor. Yo te libraré.
Pero cuando Sefatías, hijo de Matán, Guedalías, hijo de Pasur, Jucal, hijo de Selemías, y Pasur, hijo de Malquías, oyeron lo que Jeremías le había estado diciendo al pueblo,
―Rey y señor mío —dijo—, estos hombres han procedido muy mal echando a Jeremías en la cisterna. Va a morirse de hambre, pues ya casi no hay nada que comer en la ciudad.
Al fin, el rey se vio obligado a dar la orden para arrestar a Daniel, y este fue llevado al foso de los leones. El rey le dijo entonces: ―Que tu Dios, a quien siempre le eres fiel, te salve.
»Yo, el Rey, les responderé: “Todo lo que hicieron a mis hermanos necesitados a mí me lo hicieron”.