Cuando el rey vio a la reina Ester que estaba de pie allí, le agradó y le tendió el cetro de oro. Ester se acercó y tocó la punta del cetro.
Jeremías 38:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Entonces el rey ordenó a Ebedmélec que llevara treinta hombres consigo y sacaran a Jeremías del pozo antes que muriera. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces mandó el rey al mismo etíope Ebed-melec, diciendo: Toma en tu poder treinta hombres de aquí, y haz sacar al profeta Jeremías de la cisterna, antes que muera. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el rey le dijo a Ebed-melec: —Toma contigo a unos treinta de mis hombres y saca a Jeremías de la cisterna antes de que muera. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces el rey ordenó al etíope: 'Toma tres hombres y saca a Jeremías del pozo antes de que muera. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el rey ordenó a Ebed-melec el etíope, diciendo: Toma treinta hombres contigo, y haz sacar al profeta Jeremías de la cisterna antes que muera. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El rey dio entonces al cusita Ebedmélec esta orden: 'Toma contigo de aquí tres hombres y saca al profeta Jeremías de la cisterna, antes de que muera'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces mandó el rey al mismo Ebedmelec etíope, diciendo: Toma en tu poder treinta hombres de aquí, y saca al profeta Jeremías de la mazmorra, antes que muera. |
Cuando el rey vio a la reina Ester que estaba de pie allí, le agradó y le tendió el cetro de oro. Ester se acercó y tocó la punta del cetro.
Entonces el rey Asuero les dijo a la reina Ester y a Mardoqueo el judío: ―Le he dado a Ester el palacio de Amán y él ha sido colgado en la horca, porque trató de destruirlos.
Aniquilaré la altivez de todos los impíos, y exaltaré el poder de los justos.
El corazón del rey es como un río en las manos del Señor, él lo dirige adonde él quiere.
Tomó pues Ebedmélec treinta hombres, fue al depósito del palacio donde se guardaban suministros de desecho y ropa usada. Encontró allí harapos y ropa vieja que llevó a la cisterna y los bajó a Jeremías con una cuerda.
Cuando el etíope Ebedmélec, importante oficial del palacio, oyó que Jeremías estaba en la cisterna,
―Rey y señor mío —dijo—, estos hombres han procedido muy mal echando a Jeremías en la cisterna. Va a morirse de hambre, pues ya casi no hay nada que comer en la ciudad.