Díganles que yo he ordenado que pongan a este individuo en la cárcel, y lo alimenten con pan y agua, sólo lo suficiente para que siga vivo hasta que yo regrese en paz.
Jeremías 36:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Y cada vez que Yehudi terminaba de leer tres o cuatro columnas, el rey tomaba su cuchillo, cortaba la sección del rollo y la arrojaba al fuego, hasta que se consumió todo el rollo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando Jehudí había leído tres o cuatro planas, lo rasgó el rey con un cortaplumas de escriba, y lo echó en el fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió sobre el fuego que en el brasero había. Biblia Nueva Traducción Viviente Cada vez que Jehudí terminaba de leer tres o cuatro columnas, el rey tomaba un cuchillo y cortaba esa sección del rollo. Luego lo lanzaba al fuego, sección por sección, hasta que quemó todo el rollo. Biblia Católica (Latinoamericana) y cada vez que Judí acababa de leer tres o cuatro columnas, él recortaba las hojas con su cortaplumas y las arrojaba al fuego del brasero, hasta que todo el rollo se quemó. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que cuando Jehudí hubo leído tres o cuatro columnas, el rey lo rasgó con una navaja de escriba, y lo echó al fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió en el fuego que había en el brasero. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ahora bien, según iba leyendo Yehudí tres o cuatro columnas, el rey las rasgaba con el cortaplumas del secretario y las arrojaba al fuego que había en el brasero. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que cuando Jehudí hubo leído tres o cuatro planas, lo rasgó el rey con un cuchillo de escribanía, y lo echó en el fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió en el fuego que había en el brasero. |
Díganles que yo he ordenado que pongan a este individuo en la cárcel, y lo alimenten con pan y agua, sólo lo suficiente para que siga vivo hasta que yo regrese en paz.
Sí, aquí hay uno —dijo el rey Acab—, pero yo lo odio, porque jamás me profetiza algo bueno, sino todo lo malo. Su nombre es Micaías hijo de Imlá. ―¡Vamos! —respondió Josafat—. No digas tal cosa.
El que menosprecia la instrucción, pagará las consecuencias; el que la respeta recibirá su recompensa.
El hombre puede hacer muchos planes, pero la decisión final es del Señor.
El hombre que rechaza la corrección será destruido de repente y sin remedio.
Y dirás: «¡Cómo pude despreciar la corrección! ¡Cómo pudo mi corazón rechazar los consejos!
Toma un rollo y escribe todos mis mensajes contra Israel, Judá y las demás naciones. Comienza con el primer mensaje desde los días de Josías, y escribe luego cada uno de los demás.
Consigue otro rollo y escribe todo de nuevo igual que hiciste primero,
Y si alguno quita palabras de este libro de profecía, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la santa ciudad, que aquí se describen.