Escucha mi clamor, pues estoy muy deprimido. Rescátame de mis perseguidores, pues son demasiado fuertes para mí.
Jeremías 31:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El Señor salvará a Israel de quienes son demasiado fuertes para ellos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque Jehová redimió a Jacob, lo redimió de mano del más fuerte que él. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues el Señor ha rescatado a Israel de manos más fuertes. Biblia Católica (Latinoamericana) Porque Yavé ha rescatado a Jacob y lo ha librado de las manos del poderoso. La Biblia Textual 3a Edicion Porque YHVH ha rescatado a Jacob, Y lo ha redimido de uno más fuerte que él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues Yahveh rescata a Jacob, lo libra de la mano de otro más fuerte. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque Jehová redimió a Jacob, lo rescató de la mano del más fuerte que él. |
Escucha mi clamor, pues estoy muy deprimido. Rescátame de mis perseguidores, pues son demasiado fuertes para mí.
El terror y la angustia los han vencido. Señor, por miedo a tu gran poder se quedan mudos como una piedra. El pueblo que tú rescataste pasará por en medio de ellos con seguridad.
¡Canta, oh cielo, porque el Señor ha hecho esta obra admirable! ¡Clama, oh tierra, prorrumpan en canción montañas y selvas y todo árbol porque el Señor redimió a Jacob y su gloria es Israel!
¡Líbrense de su cautiverio! ¡Salgan de Babilonia, cantando en el camino! ¡Grítenle a los extremos de la tierra que el Señor ha redimido a sus siervos los israelitas!
¿Quién arrebatará de manos de un varón fuerte su presa? ¿Quién podrá exigirle al tirano que deje ir a sus cautivos?
Pero el Señor dice: Hasta los cautivos del más poderoso y terrible tirano serán liberados, porque yo combatiré a quienes los combaten y salvaré a sus hijos.
Llegará el día cuando todos los redimidos de Dios regresarán a su patria. Volverán a Jerusalén con cánticos y llenos de gozo y de alegría sin fin; y el dolor y el luto habrán acabado para siempre.
Sí, sin falta te libraré de estos malvados y te rescataré de sus despiadadas manos.
Así dice el Señor de los ejércitos: Injustamente han sido tratados los pueblos de Israel y Judá. Quienes los esclavizaron se niegan a dejarles en libertad.
Pero el Liberador de ellos es fuerte. Se llama Señor de los ejércitos. Él será su abogado y se encargará de que obtengan libertad y regresen a vivir tranquilos en Israel. ¡Pero los babilonios no tendrán reposo!
¡Oh Señor, tú eres mi defensor! ¡Defendiste mi causa, pues tú has librado mi vida de la muerte!
»¿Lo rescataré del infierno? ¿Lo libraré de la muerte? Muerte, ¿dónde están tus plagas? Sepulcro, ¿dónde está tu poder destructor? ¡No le tendré más compasión!».
Ese día, el Señor su Dios los salvará, los tratará como un pastor a sus ovejas. Y al estar de nuevo en su tierra, brillarán como piedras preciosas.
»¿Cómo podrá alguien entrar en la casa de un hombre fuerte y robarle sus bienes, si primero no lo ata? Sólo así podrá robarle.
Recuerden que yo, el Hijo del hombre, no vine para que me sirvan, sino para servir y dar mi vida en rescate de muchos.
―Pues ustedes se equivocan por ignorar las Escrituras y el poder de Dios —les dijo Jesús—.
Él se entregó a la muerte por nosotros para poder rescatarnos de todas nuestras iniquidades y convertirnos en un pueblo que fuera suyo, dedicado a hacer el bien.