Entonces el pueblo se fue a hacer fiesta y a compartir sus comidas y bebidas con sus amigos. Fue ocasión de gran fiesta y gozo, porque podían oír y entender las palabras del libro de la Ley.
Jeremías 30:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Las ciudades estarán llenas de júbilo y la gente expresará su gratitud, y yo haré que mi pueblo vuelva a crecer y lo convertiré en una nación grande y honorable. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y saldrá de ellos acción de gracias, y voz de nación que está en regocijo, y los multiplicaré, y no serán disminuidos; los multiplicaré, y no serán menoscabados. Biblia Nueva Traducción Viviente Habrá alegría y canciones de acción de gracias, y multiplicaré a mi pueblo, no lo reduciré; lo honraré, no lo despreciaré. Biblia Católica (Latinoamericana) Y allí resonarán los cantos de acción de gracias y los gritos de alegría.
Los multiplicaré en vez de disminuirlos, los honraré en lugar de humillarlos. La Biblia Textual 3a Edicion Y de ella saldrán cánticos de alabanza, Y voces de gente jubilosa. Los haré crecer y no menguar, Los honraré, y no serán menospreciados. Biblia Serafín de Ausejo 1975 De ellos saldrá la alabanza y el canto de gente jubilosa. Los multiplicaré y no disminuirán, los honraré y no serán envilecidos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y acción de gracias saldrá de ellos, y voz de gente que se regocija; y los multiplicaré, y no serán disminuidos; los glorificaré, y no serán menoscabados. |
Entonces el pueblo se fue a hacer fiesta y a compartir sus comidas y bebidas con sus amigos. Fue ocasión de gran fiesta y gozo, porque podían oír y entender las palabras del libro de la Ley.
Se alojaron en las enramadas los siete días que duró la fiesta, y todos estuvieron llenos de gozo (esto no se había hecho así desde los días de Josué).
¡Quiera Dios que de Sion venga la salvación para Israel! Cuando Dios restaure a su pueblo, Jacob gritará de alegría; Israel se regocijará.
En aquel día dirán: ―¡Alaben al Señor! Estuvo airado conmigo, pero ahora me consuela.
¡Oh, alaben al Señor! ¡Él ha dado mucha fortaleza a nuestra nación! ¡El Señor ha ensanchado las fronteras de nuestra patria!
Vendrá el tiempo en que Israel echará raíces, retoñará y florecerá llenando toda la tierra con sus frutos».
Estos redimidos del Señor irán por ese camino a su hogar, a Sion, entonando cánticos de júbilo eterno. Nunca más habrá para ellos dolor ni suspiros. Allí sólo habrá felicidad y gozo.
Llegará el día cuando todos los redimidos de Dios regresarán a su patria. Volverán a Jerusalén con cánticos y llenos de gozo y de alegría sin fin; y el dolor y el luto habrán acabado para siempre.
De igual modo, el Señor bendecirá nuevamente a Israel y hará florecer sus desiertos, sus páramos serán tan hermosos como el huerto de Edén. Allí reinarán el gozo y la alegría, la acción de gracias y los hermosos cánticos.
Rompan en jubiloso cántico las ruinas de Jerusalén, porque el Señor ha consolado a su pueblo, ha redimido a Jerusalén.
De igual modo, ustedes también convocarán a las naciones, y estas acudirán presurosas; vendrán a ustedes por todo lo que el Señor, el Santo de Israel, ha hecho por ustedes, pues les ha mostrado su amor y los ha honrado.
Nadie en Jerusalén necesitará más de sol ni de luna para que los iluminen, porque el Señor, el Dios de ustedes, será su luz perpetua; ¡él será su resplandor!
La más pequeña familia se multiplicará hasta convertirse en un gran clan, el grupo pequeño llegará a ser poderosa nación. Yo, el Señor, a su tiempo haré que todo esto se cumpla.
He reservado los navíos de muchos países, los mejores de ellos, para traer a los habitantes de Jerusalén de lejanas tierras, y a sus riquezas con ellos. Porque el Señor, el Santo de Israel, renombrado en todo el mundo, los ha enaltecido a los ojos de todos.
Y de todas las regiones de Jerusalén, y de las ciudades de Judá y de Benjamín, y más al sur, y de las tierras bajas que se localizan al oeste de Judá, acudirá el pueblo con sus ofrendas quemadas y sus ofrendas de grano y perfumes agradables, trayendo sus sacrificios para rendir homenaje al Señor en su templo.
Entonces, cuando su tierra esté nuevamente poblada, dice el Señor, ya no suspirarán por «los buenos tiempos que fueron» cuando tenían el cofre del pacto de Dios. No echarán de menos aquellos días y ni siquiera pensarán en ellos, y el cofre no será reconstruido,
El Señor dice: En el futuro cercano multiplicaré la población y también el ganado aquí en Israel.
Yo reedificaré tu nación, oh Virgen de Israel, volverás a ser feliz y danzarás alegre, con lindos adornos, al son de los panderos en medio de una fiesta.
Y así como no se pueden contar las estrellas ni contarse los granos de arena de las playas, así los descendientes de mi servidor David y la descendencia de los levitas que para mí ministran se multiplicarán.
»El Señor Dios dice: ¡Yo estoy listo para oír las oraciones de Israel por estas bendiciones y estoy presto concederles sus peticiones!
Y hablé al aliento de vida tal como el Señor me había mandado, y los cuerpos comenzaron a respirar, volvieron a la vida y se pusieron de pie, como si fueran un poderoso ejército”».
Y yo haré un convenio de paz con ellos, un convenio eterno. Yo los llenaré con toda clase de bienes y los multiplicaré y pondré mi templo entre ellos para siempre.
Los llamaré con silbido y ellos vendrán corriendo; cuando los haya rescatado, volverán a ser un pueblo numeroso y fuerte, como lo fueron en el pasado.
»En ese tiempo, el Señor defenderá al pueblo de Jerusalén; el más débil de sus habitantes será tan poderoso como el rey David. Y la descendencia real será como Dios mismo, como el ángel del Señor que va delante de ellos.
Le dijo: «Ve y dile a este joven: “Jerusalén llegará a tener tantos habitantes y tanto ganado, que será una ciudad sin murallas.
«Los ayunos y los otros rituales tradicionales de los meses cuarto, quinto, séptimo y décimo ya no serán expresión de constricción sino de alegría y festejo; serán días de fiesta y de gozo para todo el pueblo. Me interesa más que amen la paz y la verdad.
Yo les he dado la gloria que me diste, para que estén unidos, así como nosotros estamos unidos,
La fe de ustedes es como el oro que tiene que probarse por medio del fuego. Así también su fe, que vale mucho más que el oro, tiene que probarse por medio de los problemas y, si es aprobada, recibirá gloria y honor cuando Jesucristo aparezca.