Porque, ciertamente, el rey lo ha buscado a usted por todas las naciones y reinos de la región. Cada vez que se le ha dicho: “Elías no está aquí”, el rey Acab ha obligado al rey de esa nación a jurarle que le está diciendo la verdad.
Jeremías 26:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Urías, hijo de Semaías, de Quiriat Yearín, otro verdadero mensajero del Señor, denunciaba a la ciudad y al pueblo al mismo tiempo que Jeremías. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Hubo también un hombre que profetizaba en nombre de Jehová, Urías hijo de Semaías, de Quiriat-jearim, el cual profetizó contra esta ciudad y contra esta tierra, conforme a todas las palabras de Jeremías; Biblia Nueva Traducción Viviente En ese tiempo, Urías hijo de Semaías, de Quiriat-jearim, también profetizaba en nombre del Señor; y predijo el mismo terrible desastre contra la ciudad y la nación igual que Jeremías. Biblia Católica (Latinoamericana) Hubo también otro hombre que profetizó en nombre de Yavé: Urías, hijo de Semaya, de Cariatiarim; él profetizó contra esta ciudad y contra este país exactamente lo mismo que Jeremías. La Biblia Textual 3a Edicion Hubo también un hombre que profetizaba en el nombre de YHVH: Urías ben Semaías, de Quiriat-jearim, y profetizó contra esta ciudad y contra esta tierra conforme a todas las palabras de Jeremías. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hubo también otro hombre que actuó como profeta en nombre de Yahveh, Urías, hijo de Semaías, de Quiriat-Yearín, que profetizó contra esta ciudad y contra este país con palabras totalmente semejantes a las de Jeremías. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y hubo también un hombre que profetizaba en nombre de Jehová, Urías, hijo de Semaías de Quiriat-jearim, el cual profetizó contra esta ciudad y contra esta tierra, conforme a todas las palabras de Jeremías: |
Porque, ciertamente, el rey lo ha buscado a usted por todas las naciones y reinos de la región. Cada vez que se le ha dicho: “Elías no está aquí”, el rey Acab ha obligado al rey de esa nación a jurarle que le está diciendo la verdad.
Siguiendo el ejemplo de sus antepasados, Joacim hizo lo que ofende al Señor.
Castigué a sus hijos pero nada les aprovechó: aún no quieren obedecer. Y ustedes mismos han matado a mis profetas como el león que mata su presa.
―Escóndanse tú y Jeremías —le dijeron los dignatarios a Baruc—. ¡No le digan a nadie dónde están!
Allí el límite volvía hacia el sur, pasaba por las montañas cerca de Bet Jorón, y terminaba en el pueblo de Quiriat Baal, a veces llamado también Quiriat Yearín, una de las ciudades de la tribu de Judá. Este era el límite occidental.
Los hombres de Israel salieron a investigar y llegaron a las ciudades de ellos en tres días. Las ciudades eran Gabaón, Cafira, Berot y Quiriat Yearín.
Y enviaron mensajeros a los habitantes de Quiriat Yearín y les dijeron que los filisteos habían devuelto el cofre del Señor. «Vengan y llévenselo» —les rogaron.
El cofre permaneció allí durante veinte años; Israel tuvo tristeza porque el Señor aparentemente los había abandonado.