Pero el Señor está junto a mí como gran guerrero, y delante de él, el Poderoso, el Terrible, ellos no pueden hacer nada. No pueden derrotarme; serán avergonzados y completamente humillados, y sobre ellos caerá un castigo muy duro.
Jeremías 23:40 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 y sentirán mucha vergüenza por todo lo que les pasará y se ganarán una reputación de infames para siempre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y pondré sobre vosotros afrenta perpetua, y eterna confusión que nunca borrará el olvido. Biblia Nueva Traducción Viviente Los haré objeto de burla y su nombre será infame a lo largo de los siglos’”». Biblia Católica (Latinoamericana) Y echaré encima de ustedes una vergüenza eterna, una mancha que nunca se borrará. La Biblia Textual 3a Edicion y traeré sobre vosotros afrenta perpetua y humillación eterna, que no serán olvidadas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y os cubriré de oprobio eterno y de ignominia eterna, que jamás se olvidará'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y pondré sobre vosotros afrenta perpetua, y vergüenza eterna que jamás será olvidada. |
Pero el Señor está junto a mí como gran guerrero, y delante de él, el Poderoso, el Terrible, ellos no pueden hacer nada. No pueden derrotarme; serán avergonzados y completamente humillados, y sobre ellos caerá un castigo muy duro.
Los haré repulsivos para todas las naciones de la tierra, y serán objeto de burla, mofa y maldición dondequiera que yo los obligue a ir.
»Porque el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: Así como mi ira y mi furia cayeron sobre el pueblo de Jerusalén, así caerá sobre ustedes cuando entren en Egipto. Los recibirán con disgusto y odio, los maldecirán y afrentarán, y jamás volverán a ver su patria.
No te sorprendas pues por el castigo más leve que ellas reciben. ¡Pues tus maldades son tan terribles que en comparación contigo, tus hermanas parecen inocentes!
»”Y muchos de los que están muertos y sepultados se levantarán de sus tumbas, algunos para vivir para siempre y otros para sufrir vergüenza y desprecio sin fin.
Sabemos que eres bondadoso, Señor. Deja de descargar tu gran cólera contra Jerusalén, tu ciudad querida, asentada en tu monte santo. Todos los pueblos vecinos se burlan de Jerusalén y de tu pueblo, por culpa de nuestras maldades y las de nuestros antepasados.
Cuanto más se multiplicaban los sacerdotes, peor actuaban en mi contra. Ellos cambiaron la grandeza y dignidad de Dios por la insignificancia y vergüenza de los ídolos.
Serás motivo de horror y objeto de burla entre todas las naciones, porque el Señor te desechará.