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Jeremías 2:33 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¡Cuánto señuelo y qué artificios para atraer a tus amantes! ¡La coqueta más experta tendría mucho que aprender de ti!

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Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

¿Por qué adornas tu camino para hallar amor? Aun a las malvadas enseñaste tus caminos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»¡Cómo maquinas y tramas para ganarte a tus amantes! ¡Hasta una prostituta veterana podría aprender de ti!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Qué bien andaban tus pies en busca de amor. Conoces todos los caminos, aun los del crimen.

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La Biblia Textual 3a Edicion

¡Qué bien sabes tu camino para buscar amores! Por eso, aun a las malvadas has enseñado tus caminos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¡Qué bien te las arreglas para buscar amor! Por eso hasta lo peor de los males has dirigido tus pasos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¿Por qué realzas tu camino para hallar amor? Pues aun a las malvadas enseñaste tus caminos.

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Aistriúcháin eile



Jeremías 2:33
12 Tagairtí Cros  

Pero Manasés indujo a la gente de Judá y de Jerusalén a cometer males mayores que los pueblos que el Señor había destruido, cuando Israel entró en la tierra:


Pero tú dices que no es verdad, que no has adorado ídolos. ¿Cómo puedes decir tal cosa? ¡Ve y mira en cualquier valle del país todas las señales de tu ligereza e idolatría! ¡Toma nota de los muchos delitos que has cometido, oh camella inquieta en busca de macho!


¿Cómo pueden desconocer así a su Dios? ¿Podrá una muchacha olvidar arreglarse linda? ¿Qué novia tratará de ocultar lo más lindo de su ajuar? ¡Pero por largos años mi pueblo se ha olvidado de mí, del más precioso de sus tesoros!


Tienes los vestidos manchados con la sangre de los inocentes y los pobres. Descaradamente matas sin causa.


Por aquí y por allá andas mariposeando de un aliado a otro en busca de socorro, pero de nada te valdrá pues tus nuevos amigos de Egipto te abandonarán como antes lo hizo Asiria.


Por tanto yo te he aplastado con mi puño, he reducido tus límites y te he entregado en poder de aquellos que te odian, los filisteos, y aun ellos se avergüenzan de tu desenfreno.


¡No le has ido a la zaga a la hora de cometer maldades, sino que en poco tiempo las sobrepasaste a ellas!


»La voy a castigar por todo el perfume agradable que ella ofreció a Baal, su ídolo, y por todas las veces que ella se puso sus aretes y joyas, y me abandonó a mí, por irse tras sus amantes. Lo digo yo, el Señor.