Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Jeremías 10:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Yo sé que por eso me corriges, Señor, pero hazlo con suavidad, te lo ruego. No me corrijas con brusquedad, pues moriría.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Castígame, oh Jehová, mas con juicio; no con tu furor, para que no me aniquiles.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que corrígeme, Señor, pero, por favor, sé tierno; no me corrijas con enojo porque moriría.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Corrígenos, Yavé, pero con prudencia, sin enojarte, no sea que desaparezcamos.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Corrígeme, oh YHVH, con medida, No en tu ira, no sea que me aniquiles.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Castígame, Señor, pero con medida, no según tu ira, pues sería aniquilado.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Corrígeme, oh Jehová, pero con juicio; no con tu ira, no sea que me reduzcas a nada.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Jeremías 10:24
10 Tagairtí Cros  

¡Señor, no me reprendas en tu enojo! ¡Señor no me castigues mientras estés airado!


¡No, Señor! ¡no me castigues cuando estés enojado; no me reprendas en tu furor!


Ten piedad de mí, oh Señor, porque soy débil. Sáname, pues mi cuerpo está en agonía,


El trigo se aplasta con facilidad, y por eso no lo golpea mucho.


Dios sentencia a los grandes del mundo y los reduce a nada.


porque yo estoy con ustedes y los libraré de cualquier peligro, dice el Señor. Aunque destruya totalmente a las naciones en donde los he esparcido, no los exterminaré a ustedes; los castigaré, es cierto, no se librarán del castigo, para que les sirva de corrección.


¡No temas, oh Jacob, siervo mío, dice el Señor, porque yo estoy contigo! Yo destruiré a todas las naciones a las cuales te he enviado cautivo, pero a ti no te destruiré. Yo te castigaré, pero únicamente lo que baste para corregirte.


«Señor, he oído de todos tus hechos poderosos y he quedado fascinado. »En este tiempo de tanta necesidad, repite tus actos poderosos como lo hiciste en tiempos anteriores. ¡Muéstranos tu poder y sálvanos! ¡En medio de la cólera, acuérdate que tus principales virtudes son la bondad y el perdón!