En aquel día los sordos oirán la palabra del libro, y desde su tristeza y tinieblas los ciegos conocerán mis planes.
Isaías 32:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Entonces por fin se abrirán los ojos de Israel para ver a Dios, el pueblo escuchará la voz de su Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No se ofuscarán entonces los ojos de los que ven, y los oídos de los oyentes oirán atentos. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces todo el que tenga ojos podrá ver la verdad, y todo el que tenga oídos podrá oírla. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces los que pueden ver ya no se quedarán ciegos, y los oídos de los que oyen estarán atentos, La Biblia Textual 3a Edicion Los ojos de los que ven no estarán cerrados, Y los oídos de los que oyen atenderán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No se cegarán los ojos de los videntes, los oídos de los oyentes atenderán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No se ofuscarán entonces los ojos de los que ven, y los oídos de los oyentes oirán atentos. |
En aquel día los sordos oirán la palabra del libro, y desde su tristeza y tinieblas los ciegos conocerán mis planes.
Los que estaban equivocados creerán en la verdad y los quejosos estarán dispuestos a recibir enseñanza.
La luna será tan brillante como el sol, y la luz de este más esplendorosa que la de siete días claros. Así será el tiempo cuando el Señor comience a sanar a su pueblo y a curarle las heridas que le causó.
Al ciego Israel lo conducirá por sendas que nunca antes vio. Ante ellos hará resplandecer las tinieblas, y allanará y enderezará el camino que les espera, no los abandonará.
Y yo seré el maestro de todos tus ciudadanos y grande será la prosperidad de ellos.
En aquel tiempo ya no será necesario que uno al otro se amoneste para conocer al Señor pues cada cual, el grande y el pequeño, realmente me conocerá, dice el Señor, y yo perdonaré y olvidaré sus graves faltas.
Él les explicó que ellos, los discípulos, era a los únicos a los que se les permitía entender las cosas del reino de los cielos, pero no a los demás. Y añadió:
La gente estaba sumamente maravillada y decía: «¡Todo lo ha hecho bien! ¡Hasta logra que los sordos oigan y los mudos hablen!».
para que les abras los ojos y dejen las tinieblas para venir a la luz, para que dejen el poder de Satanás por el de Dios. Y así, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia junto con el santo pueblo de Dios”.
Porque Dios, que dijo: «Resplandezca la luz en las tinieblas», hizo brillar su luz en nuestros corazones y nos ha hecho comprender que es el resplandor de su gloria lo que brilla en el rostro de Cristo.