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Isaías 13:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Yo, el Señor, he apartado estos ejércitos para la tarea; he llamado a los que se gozan en su fuerza para que hagan esta obra, para satisfacer mi ira.

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Biblia Reina Valera 1960

Yo mandé a mis consagrados, asimismo llamé a mis valientes para mi ira, a los que se alegran con mi gloria.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Yo, el Señor, he consagrado a estos soldados para realizar esta tarea. Es cierto, he llamado a guerreros poderosos para que manifiesten mi enojo, y ellos se alegrarán cuando yo sea exaltado».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Yo he dado órdenes a mis Santos, a mis guerreros alegres y gloriosos, instrumentos de mi venganza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

He comisionado a mis consagrados, Recluté a los valientes de mi ira, Que se alegran en mi triunfo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

He dado una orden a mis consagrados, he convocado a los guerreros de mi ira, entusiastas de mi gloria.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Yo mandé a mis santificados, asimismo llamé a mis valientes para mi ira, a los que se alegran con mi gloria.

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Isaías 13:3
20 Tagairtí Cros  

Que se alegre Israel por su Creador; que se regocijen los hijos de Sion por su rey.


El Señor extiende su mano sobre los mares, hace temblar los reinos de la tierra. El Señor ha hablado contra esta gran ciudad mercantil, para destruir su arrogante fortaleza.


El Señor dará señal a las naciones lejanas, silbará a los de los confines de la tierra y acudirán en tropel hacia Jerusalén.


Pero no se llenen de pánico ante las primeras noticias de que el enemigo se acerca, porque año tras año habrá olas de rumores. Luego habrá guerra civil entre los gobernadores del reino de Babilonia.


Aunque Babilonia fuera tan poderosa como el cielo, aunque aumentara su fortaleza sin medida, morirá, destruida por los ejércitos enemigos que le enviaré, dice el Señor.


Júntense y vengan, naciones de todas partes. Y ahora, Señor, ¡haz descender tus guerreros!


»¡Debe guardarse un silencio respetuoso en la presencia de Dios el Señor! Ha llegado el día terrible de su juicio. Ha preparado una gran matanza contra su pueblo, y ha escogido a sus convidados.


Pero tú, cielo, regocíjate por lo que ha sucedido. Y regocíjense también los santos, los profetas y los apóstoles, porque al castigar a la gran ciudad, Dios les está haciendo justicia a ustedes».