Pero Dios puso en la gente de todo Judá el fuerte deseo de obedecer las órdenes del Señor, que recibían a través del rey y de las autoridades.
Hechos 8:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Grandes multitudes lo escuchaban atentamente, al ver los milagros que realizaba. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Biblia Nueva Traducción Viviente Las multitudes escuchaban atentamente a Felipe, porque estaban deseosas de oír el mensaje y ver las señales milagrosas que él hacía. Biblia Católica (Latinoamericana) Al escuchar a Felipe y ver los prodigios que realizaba, toda la población se interesó por su predicación. La Biblia Textual 3a Edicion Y al oír y ver las señales milagrosas que hacía, las gentes unánimemente prestaban profunda atención a las cosas dichas por Felipe. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Viendo y oyendo las señales que hacía, toda la gente prestaba atención a la predicación de Felipe, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el pueblo, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo los milagros que hacía. |
Pero Dios puso en la gente de todo Judá el fuerte deseo de obedecer las órdenes del Señor, que recibían a través del rey y de las autoridades.
A la semana siguiente, casi la ciudad entera fue a escucharlos predicar la palabra de Dios.
Simón también creyó, recibió el bautismo y se dedicó a seguir a Felipe a dondequiera que este iba, maravillado por los milagros que realizaba.
Felipe, por ejemplo, huyó a Samaria y se puso a hablarle del Mesías al pueblo.
Felipe echaba fuera demonios, que salían de sus víctimas dando gritos, y también sanaba paralíticos y cojos.