¡Es una buena comparación! Escuchen, jefes de Israel, hombres de Sodoma y Gomorra, como ahora les llamo. ¡Escuchen al Señor! ¡Escuchen lo que les dice!
Hechos 4:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Al siguiente día se reunieron en Jerusalén los jefes de los sacerdotes, los ancianos y los maestros de la ley. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Aconteció al día siguiente, que se reunieron en Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los escribas, Biblia Nueva Traducción Viviente Al día siguiente, el Concilio —integrado por todos los gobernantes, ancianos y maestros de la ley religiosa— se reunió en Jerusalén. Biblia Católica (Latinoamericana) Al día siguiente, los jefes de los saduceos se reunieron con los ancianos y los maestros de la Ley de Jerusalén. La Biblia Textual 3a Edicion Al día siguiente, aconteció que se reunieron en Jerusalem sus gobernantes, y los ancianos, y los escribas; Biblia Serafín de Ausejo 1975 A la mañana siguiente se reunieron en Jerusalén sus jefes, los ancianos y los escribas, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que al día siguiente, los príncipes de ellos, y los ancianos y los escribas; |
¡Es una buena comparación! Escuchen, jefes de Israel, hombres de Sodoma y Gomorra, como ahora les llamo. ¡Escuchen al Señor! ¡Escuchen lo que les dice!
¡Ay de los que se pasan la noche tramando el mal, y se levantan de madrugada para ejecutar lo que planearon, porque tienen el poder para hacerlo!
Muy temprano en la mañana, se reunieron los jefes de los sacerdotes, los ancianos, los maestros de la ley y el pleno del Consejo Supremo y tomaron una decisión. Ataron a Jesús, se lo llevaron y lo entregaron a Pilato.
Un día, Jesús estaba enseñando a la gente en el templo. Mientras les enseñaba las buenas noticias, se le acercaron los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los ancianos para hacerle esta pregunta:
Cuando amaneció, se reunieron los ancianos del pueblo, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley y llevaron a Jesús ante el Consejo. Entonces le preguntaron:
Pilato reunió a los jefes de los sacerdotes, a los gobernantes y al pueblo,
Los jefes de los sacerdotes y nuestros gobernantes lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran.
Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les respondió: ―Distinguidos dirigentes y ancianos del pueblo:
Pero uno de ellos, un fariseo llamado Gamaliel, experto en cuestiones de la ley y muy respetado entre el pueblo, pidió la palabra y solicitó que sacaran a los apóstoles del salón.
Tal acusación encendió los ánimos del pueblo, de los ancianos y de los maestros de la ley contra Esteban. Lo arrestaron y lo presentaron ante el concilio.