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Hechos 4:34 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

No existía entre ellos ningún necesitado, porque los dueños de haciendas o casas las vendían y entregaban el dinero a los apóstoles para repartirlo entre los pobres.

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Biblia Reina Valera 1960

Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

No había necesitados entre ellos, porque los que tenían terrenos o casas los vendían

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entre ellos ninguno sufría necesidad, pues los que poseían campos o casas los vendían, traían el dinero

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y no había ningún necesitado entre ellos, pues todos los que poseían tierras o casas, las vendían y llevaban el dinero de las cosas vendidas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

No había pobre alguno entre ellos; porque todos cuantos poseían tierras o casas las vendían, aportaban el precio de lo vendido

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y ningún necesitado había entre ellos; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido,

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Hechos 4:34
14 Tagairtí Cros  

―Si quieres ser perfecto —le dijo Jesús—, ve, vende todo lo que tienes y dales el dinero a los pobres. De esta manera tendrás tesoros en el cielo. Y cuando lo hayas hecho, ven y sígueme.


Jesús lo miró con amor y le dijo: ―Sólo te falta una cosa: ve, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoros en el cielo. Luego ven y sígueme.


Vendan lo que tienen, y den a los pobres. Hagan para ustedes bolsas que no se desgasten; guarden en el cielo un tesoro que no se acabe. Allí no hay ladrón que robe ni polilla que destruya.


Por eso yo les aconsejo que usen las riquezas de este mundo para ganar amigos y así, cuando esas riquezas se les acaben a ustedes, los reciban en las viviendas eternas.


Luego, Jesús les dijo a todos: ―Cuando los envié sin dinero ni bolsa ni sandalias, ¿les hizo falta algo? Respondieron: ―Nada.


vendían sus propiedades y repartían el dinero entre los que estaban necesitados.


Bernabé vendió un terreno que poseía y puso el dinero a disposición de los apóstoles.


En esta ocasión ustedes tienen bastante y pueden ayudarlos en su necesidad; quizás en otra ocasión ustedes sean los necesitados y ellos los ayudarán. De esta manera habrá igualdad.


El Señor, el Dios de ustedes, los ha cuidado y bendecido durante los cuarenta años que han peregrinado en este gran desierto, y nada les ha faltado durante todo este tiempo”.


Si viven de ese modo, se ganarán el respeto de los que no son creyentes y no tendrán que depender de nadie.


De esta forma estarán acumulando un verdadero tesoro para el futuro y obtendrán la vida verdadera.


La religión pura y sin mancha que a Dios le agrada es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus problemas, y estar siempre limpio sin mancharse con la maldad del mundo.