Soy amigo de todos los que te honran, de todos los que observan tus preceptos.
Hechos 4:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Una vez libres, Pedro y Juan fueron en busca de los demás discípulos y les contaron lo que los jefes de los sacerdotes y los ancianos les habían dicho. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. Biblia Nueva Traducción Viviente Tan pronto como quedaron libres, Pedro y Juan volvieron adonde estaban los demás creyentes y les contaron lo que los sacerdotes principales y los ancianos les habían dicho. Biblia Católica (Latinoamericana) Apenas quedaron libres, Pedro y Juan fueron a los suyos y les contaron todo lo que les habían dicho los jefes de los sacerdotes y los ancianos. La Biblia Textual 3a Edicion Y puestos en libertad,° fueron a los suyos, y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Puestos en libertad, vinieron a los suyos y les contaron cuanto los jefes de los sacerdotes y los ancianos les habían dicho. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los príncipes de los sacerdotes y los ancianos les habían dicho. |
Soy amigo de todos los que te honran, de todos los que observan tus preceptos.
Mis verdaderos héroes son la gente santa del país. ¡Ellos son la gente que verdaderamente me agrada!
Mi corazón se consume en la tristeza al recordar aquellos tiempos —¡cómo olvidarlos!— cuando guiaba a una gran multitud hacia el templo en días de fiesta, cantando con gozo, alabando al Señor.
El que anda con sabios, será sabio; al que anda con necios, lo lastimarán.
Entonces los que respetaban y amaban al Señor hablaron de él a sus compañeros. Y el Señor anotó en un libro de memorias los nombres de los que honran y respetan su fama.
Pablo y Silas entonces regresaron a casa de Lidia y allí volvieron a reunirse con los creyentes para consolarlos una vez más antes de partir.
Entonces los creyentes, unánimemente, oraron así: «Soberano Señor, creador del cielo, de la tierra, del mar y de cuanto en ellos existe: