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Hechos 4:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Él es “la piedra que rechazaron los edificadores, y que se convirtió en cabeza de ángulo”.

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Biblia Reina Valera 1960

Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pues es Jesús a quien se refieren las Escrituras cuando dicen: “La piedra que ustedes, los constructores, rechazaron ahora se ha convertido en la piedra principal”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El es la piedra que ustedes los constructores despreciaron y que se ha convertido en piedra angular.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Éste° es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza de ángulo.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ésta es la piedra despreciada por vosotros, los constructores de la casa, y, no obstante, constituida en remate de la esquina.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Este Jesús es la piedra reprobada de vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.

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Hechos 4:11
20 Tagairtí Cros  

El malvado huye sin que nadie lo persiga; pero el justo vive confiado como león.


Pero el Señor Dios dice: «¡Miren, estoy poniendo en Sion una piedra como fundamento; es de gran belleza y probada en su resistencia y rectitud, muy segura para edificar sobre ella! El que crea jamás tendrá que huir otra vez.


¡Pon mucha atención, Josué, delante de ti he puesto una piedra! ¡Es una piedra extraordinaria de siete lados! En ella voy a dejar grabado un mensaje. ¡En un solo día perdonaré el pecado de esta tierra! ¡Lo afirmo yo, el Señor Todopoderoso!


―Es cierto —les respondió Jesús—. Elías vendrá primero a restaurar todas las cosas; pero lo cierto es que ya vino y la gente lo maltrató, tal como está escrito de él. Y lo mismo está escrito acerca del Hijo del hombre, que sufrirá mucho y que será rechazado.


¿A cuál de los profetas no persiguieron sus antepasados, que hasta mataron a los que predijeron la venida del Justo, que ustedes acaban de traicionar y asesinar?


Y como tenemos esta esperanza, podemos predicar con plena libertad.


Dios, en su misericordia, es el que nos permite servirle, y por eso no nos damos nunca por vencidos.