Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Hechos 3:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Los apóstoles lo miraron fijamente. ―¡Míranos! —le dijo Pedro.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Pedro y Juan lo miraron fijamente, y Pedro le dijo: «¡Míranos!».

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pedro, con Juan a su lado, fijó en él su mirada, y le dijo: 'Míranos.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Pedro entonces, con Juan, fijando los ojos en él, dijo: ¡Míranos!

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pedro, acompañado por Juan, fijó en él la vista y le dijo: 'Míranos'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Pedro, con Juan, fijando sus ojos en él, le dijo: Míranos.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Hechos 3:4
11 Tagairtí Cros  

Luego cerró el libro, se lo devolvió al encargado y se sentó. Todos los que estaban en la sinagoga tenían los ojos puestos en él.


Jesús le respondió: ―¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios?


Cuando Jesús lo vio allí acostado y supo que tenía mucho tiempo de estar enfermo, le preguntó: ―¿Quieres curarte?


Cornelio se quedó mirándolo lleno de temor. ―¿Qué quieres, Señor? —le preguntó al ángel mirándolo fijamente. ―Dios no ha pasado por alto tus oraciones ni tus limosnas.


Sobre el lienzo había toda clase de cuadrúpedos, fieras, reptiles y pájaros.


En cierta ocasión, Pedro y Juan fueron al templo a orar. Era como a las tres de la tarde.


Todos fueron corriendo al portal de Salomón, donde el lisiado tenía firmemente asidos a Pedro y a Juan.


Y viendo eso, Pedro les dirigió la palabra: «Hombres de Israel —les dijo—, ¿qué hay de sorprendente en esto? ¿Por qué nos miran como si hubiéramos hecho andar a este hombre mediante nuestro propio poder y por nuestra piedad?


Cuando el lisiado vio a Pedro y Juan que iban a entrar al templo, les pidió dinero.


El lisiado los miró con ansiedad, esperando recibir una limosna.