El rey entonces envió a algunos espías para ver si Eliseo tenía razón. Se confirmó el hecho, y así se salvaron de un desastre. Esto ocurrió repetidas veces.
Hechos 27:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero el capitán de los soldados, en vez de hacerle caso a él, le hizo caso al dueño del barco y al capitán. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero el centurión daba más crédito al piloto y al patrón de la nave, que a lo que Pablo decía. Biblia Nueva Traducción Viviente pero el oficial a cargo de los prisioneros les hizo más caso al capitán y al dueño del barco que a Pablo. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero el oficial romano confiaba más en el piloto y en el patrón del barco que en las palabras de Pablo. La Biblia Textual 3a Edicion Pero el centurión daba más crédito al piloto y al patrón de la nave que a lo que decía Pablo.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero el centurión se fiaba más del piloto y del patrón de la nave que de las advertencias de Pablo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero el centurión creía más al piloto y al patrón de la nave, que a lo que Pablo decía. |
El rey entonces envió a algunos espías para ver si Eliseo tenía razón. Se confirmó el hecho, y así se salvaron de un desastre. Esto ocurrió repetidas veces.
El prudente ve el peligro y se protege; el imprudente sigue adelante y sufre las consecuencias.
entonces cualquiera que oyendo la alarma rehúsa prestar atención, bien, si él muere la culpa es suya,
Como hacía mucho tiempo que no comíamos, Pablo se puso en medio de todos y dijo: «Señores, mejor me hubieran hecho caso y no hubiéramos salido de la isla de Creta. Así nos habríamos evitado este daño y esta pérdida.
Por la fe, Noé, cuando se le avisó lo que ocurriría, pero que todavía no podía verse, obedeció y construyó un barco para salvar a su familia. Por esa fe condenó al mundo y fue heredero de la justicia que viene por la fe.
Fíjense también en los barcos. A pesar de que son muy grandes y de que los empujan los fuertes vientos, el piloto lo dirige por donde quiere con un pequeño timón.
¡Cuánta riqueza se perdió en un instante!». Los navíos y los capitanes de las flotas mercantes, sus tripulaciones y sus pasajeros y todos los que viven del mar, se pararán lejos,