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Hechos 26:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Muchas veces, en todas las sinagogas, los castigué para obligarlos a renegar. Mi enojo contra ellos era tan grande que hasta en las ciudades del extranjero los perseguía.

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Biblia Reina Valera 1960

Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Muchas veces hice que los castigaran en las sinagogas para que maldijeran a Jesús. Estaba tan violentamente en contra de ellos que los perseguí hasta en ciudades extranjeras.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Recorría las sinagogas y multiplicaba los castigos para obligarlos a renegar de su fe, y tal era mi furor contra ellos, que los perseguía hasta fuera de nuestras fronteras.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y muchas veces, castigándolos por todas las sinagogas, los forzaba a blasfemar, y locamente enfurecido° contra ellos, los perseguía aun hasta en las ciudades extranjeras.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y por todas las sinagogas, muchas veces a fuerza de golpes, procuré hacerles renegar y, lleno de saña hasta el extremo, los perseguía incluso en las ciudades extranjeras.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y muchas veces, castigándolos por todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras.

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Hechos 26:11
17 Tagairtí Cros  

Mis enemigos se burlan de mí día tras día y me maldicen.


Pero tengan cuidado, porque los arrestarán y los azotarán en las sinagogas.


»Por eso, cuídense. A ustedes los entregarán a los tribunales y los golpearán en las sinagogas, y por mi causa los harán comparecer ante gobernadores y reyes, para dar testimonio ante ellos.


Les aseguro que todos los pecados y blasfemias se les perdonarán a todos por igual.


Un día, se puso a pensar: “En la casa de mi padre, los jornaleros tienen comida en abundancia, y yo aquí me estoy muriendo de hambre.


»Pero antes que todo esto suceda, echarán mano de ustedes y los perseguirán. Los entregarán a las sinagogas y los meterán en las cárceles. Por ser mis seguidores, los llevarán ante reyes y gobernadores.


Pero los que querían acusarlo se llenaron de ira y comenzaron a hacer planes contra Jesús.


Pero cuando los judíos vieron el gentío, llenos de celos se pusieron a blasfemar y a rebatir las palabras de Pablo.


Pero cuando los judíos se le enfrentaron y blasfemaron, se sacudió sus ropas y les dijo: ―Que su sangre caiga sobre las cabezas de ustedes. Yo he cumplido ya con mi deber. De ahora en adelante me iré a predicar entre los gentiles.


Yo le respondí: “Señor, ellos saben que yo andaba por todas las sinagogas encarcelando y azotando a los que creían en ti.


El jefe de los sacerdotes y todo el Consejo de ancianos son testigos de que así fue. Ellos mismos me dieron cartas para nuestros hermanos judíos en Damasco, y fui allá para traer a Jerusalén a los que encontrara, para que aquí los castigaran.


Saulo, respirando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, acudió al jefe de los sacerdotes en Jerusalén


¿No son los ricos los que insultan el buen nombre del Señor a quien ustedes pertenecen?


tuvo que ser reprendido por su iniquidad: su burra le habló con voz humana y refrenó su locura.