La joven empezó a seguirnos. ―¡Estos hombres son siervos de Dios que han venido a enseñarles el camino de salvación! —gritaba a nuestras espaldas.
Hechos 22:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Antes, perseguía hasta la muerte a los seguidores de este Camino, los arrestaba y los metía en la cárcel sin importarme si eran hombres o mujeres. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Perseguía yo este Camino hasta la muerte, prendiendo y entregando en cárceles a hombres y mujeres; Biblia Nueva Traducción Viviente Perseguí a los seguidores del Camino, acosando a algunos hasta la muerte, y arresté tanto a hombres como a mujeres para arrojarlos en la cárcel. Biblia Católica (Latinoamericana) Así que perseguí a muerte a este camino e hice encadenar y meter en la cárcel a hombres y mujeres;' La Biblia Textual 3a Edicion Yo perseguí a muerte este Camino, atando y entregando en cárceles a varones y también a mujeres, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Perseguí a muerte este Camino, apresé y encarcelé hombres y mujeres, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y perseguí este Camino hasta la muerte, prendiendo y entregando en cárceles así hombres como mujeres; |
La joven empezó a seguirnos. ―¡Estos hombres son siervos de Dios que han venido a enseñarles el camino de salvación! —gritaba a nuestras espaldas.
En su mensaje en la sinagoga habló con valentía. Entre los que lo escucharon estaban Priscila y Aquila. Estos lo tomaron aparte y le explicaron con mayor exactitud el camino de Dios.
En aquellos días se produjo en Éfeso un gran disturbio contra el Camino.
Pero como muchos no querían creer y maldecían el Camino públicamente, Pablo decidió no predicarles más. Separó entonces a los creyentes y comenzó a discutir diariamente en la escuela de Tirano.
»Pero esto sí confieso: que adoro al Dios de nuestros antepasados y que sigo este Camino que los que me acusan llaman secta. Yo estoy de acuerdo con todo lo que enseña la ley y creo lo que está escrito en los profetas.
Los testigos oficiales se quitaron la ropa, la pusieron a los pies de un joven llamado Saulo, y también apedrearon a Esteban hasta matarlo.
Los que lo escuchaban estaban confundidos y se preguntaban: «¿No es este el mismo que perseguía a muerte a los que invocan este nombre en Jerusalén? Según sabíamos, venía a arrestarlos y a llevarlos encadenados ante los principales sacerdotes».
Yo soy el más insignificante de los apóstoles, título que ni siquiera debería ostentar, porque perseguí a la iglesia de Dios.
Ya estarán enterados de mi conducta cuando era de la religión judía. Saben que implacablemente perseguí a la iglesia de Dios y que me esforcé por erradicarla de la tierra.
en cuanto al celo por cumplir la ley, fui perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que la ley exige, fui intachable.
Pero muchos imitarán su vida perversa, y esto hará que se hable mal del camino de la verdad.