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Hechos 21:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Al cabo de la semana, cuando regresamos al barco, la congregación en pleno, incluyendo esposas e hijos, nos acompañaron hasta la orilla del mar, donde oramos

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Biblia Reina Valera 1960

Cumplidos aquellos días, salimos, acompañándonos todos, con sus mujeres e hijos, hasta fuera de la ciudad; y puestos de rodillas en la playa, oramos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando regresamos al barco al final de esa semana, toda la congregación, incluidos las mujeres y los niños, salieron de la ciudad y nos acompañaron a la orilla del mar. Allí nos arrodillamos, oramos

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Biblia Católica (Latinoamericana)

pero a pesar de ello, cuando llegó la fecha en que debíamos marchar, partimos. Nos acompañaron todos con sus mujeres y niños hasta fuera de la ciudad, y llegados a la playa, nos arrodillamos y oramos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero cumplidos aquellos días, salimos hasta las afueras de la ciudad acompañados por todos, con sus mujeres e hijos, y después de orar puestos de rodillas en la playa,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero, cuando se nos acabaron los días, emprendimos la marcha. Nos acompañaban todos, con sus mujeres e hijos, hasta fuera de la ciudad. Puestos de rodillas sobre la playa, oramos,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando cumplimos aquellos días, partimos, y nos encaminaron todos, con sus esposas e hijos, hasta fuera de la ciudad; y puestos de rodillas en la ribera, oramos.

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Hechos 21:5
15 Tagairtí Cros  

Salomón había estado arrodillado, con las manos extendidas hacia los cielos. Cuando terminó de orar, se levantó delante del altar del Señor, y pronunció esta bendición sobre todo el pueblo de Israel:


Todo Judá estaba delante del Señor con sus hijo pequeños y esposas.


En aquel día de gozo se ofrecieron muchos sacrificios, porque el Señor les había dado motivos para estar muy gozosos. Las mujeres y los niños también se alegraron, y el regocijo del pueblo de Jerusalén se oía desde lejos.


Vamos, arrodillémonos ante el Señor nuestro hacedor,


a pesar de que había cerca de cinco mil hombres, además de las mujeres y los niños!


Un leproso se le acercó y, de rodillas, le dijo: ―Si quieres, puedes sanarme.


Entonces se alejó de ellos a una buena distancia, se arrodilló y se puso a orar:


Después que los envió la iglesia, a lo largo del camino fueron deteniéndose en las ciudades de Fenicia y Samaria para visitar a los creyentes y contarles cómo los gentiles también estaban convirtiéndose. Y esto llenó a todos de mucha alegría.


Aquella misma noche los hermanos mandaron para Berea a Pablo y a Silas. En Berea, como de costumbre, se fueron a predicar a la sinagoga.


Al terminar el discurso, se arrodilló y oró con ellos.


al pensar que, según las palabras del apóstol, no lo volverían a ver. Al final, lo acompañaron al barco.


Pedro les ordenó que salieran del cuarto y se arrodilló a orar. Luego se volvió hacia el cadáver: ―Levántate, Tabita —le ordenó. Inmediatamente ella abrió los ojos; y al ver a Pedro, se incorporó.


Pero si les parece mal servir al Señor, escojan hoy a quién van a servir, si a los dioses que sus antepasados adoraban más allá del Éufrates o a los dioses de los amorreos de esta tierra. Pero yo y los de mi casa serviremos al Señor.


Cada mandamiento que Moisés les había dado fue leído delante de toda la asamblea, incluyendo a las mujeres, a los niños y a los extranjeros que vivían en medio de Israel.