Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Hechos 2:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Al escuchar el estruendo que se producía sobre la casa, multitudes de personas corrieron a ver qué sucedía, y los extranjeros se quedaron pasmados al oír el idioma de sus respectivos países en boca de los discípulos.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando oyeron el fuerte ruido, todos llegaron corriendo y quedaron desconcertados al escuchar sus propios idiomas hablados por los creyentes.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Y entre el gentío que acudió al oír aquel ruido, cada uno los oía hablar en su propia lengua. Todos quedaron muy desconcertados

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y cuando ocurrió este estruendo, la multitud se reunió, y estaban confusos, porque oían a cada uno hablando en su propia lengua.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Al producirse este ruido, se congregó la muchedumbre y no salían de su asombro al oírlos hablar cada uno en su propia lengua.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando esto fue divulgado, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Hechos 2:6
6 Tagairtí Cros  

Al oír esto, el rey Herodes y la ciudad entera se turbaron.


»Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas. En la tierra, las naciones estarán angustiadas y confundidas por el bramido del mar y de las olas.


Escucharon de pronto un estruendo semejante al de un vendaval, que venía del cielo y que hacía retumbar la casa en que estaban congregados.


Todos fueron corriendo al portal de Salomón, donde el lisiado tenía firmemente asidos a Pedro y a Juan.


Aquí se me han abierto bastante las puertas para predicar, a pesar de que muchos también están en contra de mí.


Bien, cuando llegué a la ciudad de Troas, el Señor me proporcionó formidables oportunidades para predicar el evangelio de Cristo.