Y ahora, hijos míos, escúchenme: dichosos los que van por mis caminos.
Hechos 2:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Entonces Pedro se puso de pie con los once apóstoles y tomó la palabra: «¡Escúchenme bien, judíos y residentes de Jerusalén! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Pedro dio un paso adelante junto con los otros once apóstoles y gritó a la multitud: «¡Escuchen con atención, todos ustedes, compatriotas judíos y residentes de Jerusalén! No se equivoquen. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Pedro, con los Once a su lado, se puso de Pie, alzó la voz y se dirigió a ellos diciendo: 'Amigos judíos y todos los que se encuentran en Jerusalén, escúchenme, pues tengo algo que enseñarles. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y les declaró: ¡Varones judíos y todos los que habitáis en Jerusalem: esto os sea notorio, y escuchad mis palabras! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Puesto Pedro de pie, con los Once, levantó la voz y les dirigió este discurso: 'Hombres de Judea y vosotros, todos los que habitáis en Jerusalén, quede esto bien claro y escuchad mis palabras: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. |
Y ahora, hijos míos, escúchenme: dichosos los que van por mis caminos.
¡Oh heraldo de buenas noticias, grítale a Jerusalén desde la cumbre de los montes! ¡Grítale más alto! ¡Sin temor! Diles a las ciudades de Judá: «¡Ya viene Dios!».
¡Escúchenme todos los que aman la justicia y buscan al Señor! Tengan en cuenta la cantera de que fueron sacados, la roca de donde fueron labrados.
¡Escúchame, pueblo mío; escucha, oh Israel, porque yo haré que el bien triunfe!
¡Escúchenme, los que disciernen entre el bien y el mal y en su corazón aman mis leyes: no teman a las mofas ni calumnias del populacho!
Los centinelas gritan y cantan de júbilo, porque con sus propios ojos ven al Señor traer de regreso a su pueblo.
¿Por qué gastar su dinero en alimento que no nutre? ¿Por qué pagar por víveres que no aprovechan? Escuchen y les diré dónde obtener buen alimento que fortalece el alma.
El Señor me dijo: ¡Grita bien fuerte, clama con voz de trompeta, no tengas miedo! ¡Reprende a mi pueblo sus pecados!
»¡Toquen la trompeta para alertar al pueblo! ¡Avísenle que ya viene el enemigo contra él! Sí, con la rapidez y fuerza de un águila el Señor viene contra su pueblo, porque no han cumplido su convenio y porque se han rebelado contra sus instrucciones.
Jesús nació en un pueblo de Judea llamado Belén, durante el reinado de Herodes. Llegaron a Jerusalén varios sabios del oriente,
Y a continuación echaron suertes y la suerte cayó sobre Matías. Desde entonces, Matías se sumó a los once apóstoles.
Pablo se puso entonces de pie, los saludó con la mano, y les dijo: «Varones de Israel, y cualquiera que tema al Señor, escúchenme.
»¡Escúchenme, varones israelitas! Como ustedes bien saben, Dios respaldó a Jesús de Nazaret con los milagros prodigiosos que realizó a través de él.
«¡Varones israelitas! —gritaron agarrándolo por los brazos—. ¡Ayúdennos! Este es el hombre que predica contra nuestro pueblo y anda por ahí aconsejando que desobedezcan las leyes judías. ¡Y hasta se ha atrevido a hablar contra el templo y a profanarlo introduciendo griegos en él!».
Entonces se dirigió a ellos con las siguientes palabras: ―Varones de Israel, mediten bien lo que van a hacer con estos hombres.
Y Esteban contestó: ―Hermanos y padres, ¡escúchenme! El Dios de la gloria se le apareció a nuestro antepasado Abraham en Mesopotamia antes de que este se trasladara a Jarán,
Entonces Moisés y los levitas se dirigieron a todo el pueblo de Israel diciéndole: «Oye Israel, hoy has llegado a ser el pueblo de Dios,
Escuchen, hermanos queridos: Dios ha escogido a los que son pobres según el mundo, para que sean ricos en fe y reciban como herencia el reino que él prometió a quienes lo aman.