Crea en mí un corazón limpio, Dios, y renueva la rectitud de mi espíritu.
Hechos 15:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Y no hizo ninguna distinción entre ellos y nosotros, porque les había limpiado sus corazones por medio de la fe. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. Biblia Nueva Traducción Viviente Él no hizo ninguna distinción entre nosotros y ellos, pues les limpió el corazón por medio de la fe. Biblia Católica (Latinoamericana) No ha hecho ninguna distinción entre nosotros y ellos, sino que purificó sus corazones por medio de la fe. La Biblia Textual 3a Edicion y nada° discriminó entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y no hizo diferencia alguna entre nosotros y ellos a la hora de purificar sus corazones por la fe. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. |
Crea en mí un corazón limpio, Dios, y renueva la rectitud de mi espíritu.
Distribuyan la tierra como una heredad para ustedes y para los extranjeros que viven entre ustedes con sus familias. Todos los que nazcan en esta tierra —sean sus padres extranjeros o no— han de ser considerados ciudadanos y tienen los mismos derechos que sus propios hijos.
―Lo que Dios ha limpiado, no lo llames impuro —le volvió a decir la voz.
Entonces Pedro les dijo: ―Ustedes saben que al entrar yo aquí estoy quebrantando la ley judía que prohíbe entrar a la casa de un gentil. Pero Dios me ha mostrado en visión que no debo considerar profana o impura a ninguna persona.
El Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar. Estos seis hermanos que están aquí conmigo me acompañaron y llegamos a la casa de cierto hombre.
Pablo y Bernabé fueron a la sinagoga judía en Iconio y predicaron de tal modo que un gran número de gentiles y judíos creyeron.
Sin perder tiempo, reunieron a la iglesia y les informaron de todo lo que Dios había hecho por medio de ellos y les contaron cómo Dios había abierto la puerta de la fe también a los gentiles.
Dios hace justos a quienes creen en Jesucristo, sin favoritismo alguno.
Bueno, ¿somos los judíos mejores que los demás? En ninguna manera. Ya hemos demostrado que todos los hombres son pecadores, ya sean judíos o gentiles.
a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús y llamados a ser un pueblo santo, junto con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.
El que pasó por la ceremonia de la circuncisión antes de hacerse cristiano, no debe hacer nada al respecto; y si no estaba circuncidado, no se circuncide.
Ya no importa si eres judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer. Todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús.
Estando unidos a Cristo Jesús no cuenta nada si estamos circuncidados o no. Nos basta la fe que actúa a través del amor.
Este es el misterio: que los no judíos compartirán plenamente la herencia con Israel. Ambos son miembros del mismo cuerpo y participan de la misma promesa que Dios nos hizo en Cristo Jesús por medio de las buenas nuevas.
La nacionalidad y la raza, la religión, la educación y la posición social carecen de importancia en esta vida. Lo que importa es que Cristo es todo y está en todos.
Ahora que ustedes se han purificado porque obedecen a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos, ámense con todo su corazón unos a otros,