Mientras pensaba en esto se quedó dormido y un ángel se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas casarte con María, porque el hijo que lleva en las entrañas lo concibió ella del Espíritu Santo.
Hechos 11:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar. Estos seis hermanos que están aquí conmigo me acompañaron y llegamos a la casa de cierto hombre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y el Espíritu me dijo que fuese con ellos sin dudar. Fueron también conmigo estos seis hermanos, y entramos en casa de un varón, Biblia Nueva Traducción Viviente El Espíritu Santo me dijo que los acompañara y que no me preocupara que fueran gentiles. Estos seis hermanos aquí presentes me acompañaron, y pronto entramos en la casa del hombre que había mandado a buscarnos. Biblia Católica (Latinoamericana) El Espíritu me dijo que los siguiera sin vacilar. Me acompañaron estos seis hermanos y entramos en la casa de aquel hombre. La Biblia Textual 3a Edicion Y el Espíritu me ordenó ir con ellos sin dudar.° Y estos seis hermanos fueron también conmigo, y entramos en la casa del varón. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar lo más mínimo. Vinieron también conmigo estos seis hermanos, y entramos en la casa de aquel hombre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el Espíritu me dijo que fuese con ellos sin dudar. Y estos seis hermanos también me acompañaron, y entramos en casa de un varón, |
Mientras pensaba en esto se quedó dormido y un ángel se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas casarte con María, porque el hijo que lleva en las entrañas lo concibió ella del Espíritu Santo.
Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque él no hablará por su propia cuenta, sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas que van a pasar.
En aquellos días, en una ocasión en que había ciento veinte personas presentes, Pedro se puso de pie y les dijo:
Pedro entonces los invitó a pasar y los albergó aquella noche. Por la mañana, partió con ellos, acompañado de algunos creyentes de Jope.
Los judíos que andaban con Pedro, que eran defensores de la circuncisión, estaban asombrados de que el don del Espíritu Santo lo recibieran también los gentiles,
Aquel hombre nos contó cómo un ángel se le había aparecido y le había dicho que enviara mensajeros a Jope a buscar a un tal Simón Pedro.
Un día en que estos hombres estaban adorando al Señor y ayunando, el Espíritu Santo dijo: ―Apártenme a Bernabé y a Saulo para la tarea a la que los he llamado.
Dirigidos por el Espíritu Santo, Saulo y Bernabé fueron a Seleucia y de allí navegaron a Chipre.
Después de muchas discusiones, Pedro se puso de pie y pidió la palabra: ―Hermanos, ustedes saben que Dios me escogió de entre ustedes hace mucho tiempo para que predicara las buenas noticias entre los gentiles, a fin de que estos pudieran creer.
Y no hizo ninguna distinción entre ellos y nosotros, porque les había limpiado sus corazones por medio de la fe.
Los hermanos de Roma ya se habían enterado de nuestra llegada y salieron a recibirnos hasta el Foro de Apio y Tres Tabernas. Al verlos, Pablo le dio gracias a Dios y se animó.
«Da alcance a esa carroza —le dijo el Espíritu Santo a Felipe—, y acércate a ella».
Dios hace justos a quienes creen en Jesucristo, sin favoritismo alguno.
No se alteren ni se turben si llegan a sus oídos mensajes de individuos que dicen haber tenido mensajes del Espíritu o mensajes de Dios, orales o escritos, diciendo que el día del Señor ya llegó; ni siquiera si afirman que hemos enviado una carta en la que sostenemos eso mismo.
El Espíritu y la Esposa dicen: «Ven». Y el que oye también diga: «Ven». Y el que tenga sed, venga; y el que quiera, beba gratuitamente del agua de la vida.